La exigencia para que sea un panista (o una panista), quien encabece la candidatura opositora en Veracruz, parece cada vez más cercana. Y es que de acuerdo a fuentes en el CEN blanquiazul, un Yunes azul, o bien, el propio Julen Rementería, podrían recibir el cobijo del Frente Amplio.
El asunto pasa también, indiscutiblemente (y lo saben en el centro), por una histórica guerra sorda (la nieguen o no), entre poderosas y orgullosas “tribus”: los Yunes rojos, los Yunes azules y los Rementería, cada uno con sus respectivos aliados en las cámaras legislativas.
Cada vez que se menciona el tema de Veracruz en el corazón del frente opositor no hay mayor respuesta (al menos por el momento); allá es “caso aparte, ponerlos de acuerdo es muy difícil, están llenos de egos y ganas de revanchismos”.
En Veracruz, como en cualquiera de los otros estados donde habrá renovación de gubernatura, el frente opositor aplicará un método similar al que maneja para la presidencia, quitando varios pasos que aligerarán el proceso.
Pero el tema “tribal” en Veracruz empuja a que, más allá de los pasos o del método a seguir, la decisión se tome en el centro del país, pues aunque el PAN debería “llevar mano” (por sus números en las cámaras y votos obtenidos en la última elección con Miguel Yunes Márquez), los Yunes rojos (tanto Héctor como José) consideran que merecen la candidatura.
Nada definido para Veracruz en el tema de la gubernatura. Los panistas consideran que debe ser un azul y los rojos no lo ven de esa manera. Las disputas podrían llevar a que el método sólo se siga por protocolo y la decisión se tome en CDMX. Además, no descartan una candidatura femenina, a sugerencia de Xóchitl Gálvez. Veremos qué ocurre.