Samuel Zamora y su esposa Guadalupe fueron testigos de la erupción del volcán Popocatépetl en 1994. Después de amanecer en medio de una intensa lluvia de ceniza y de enterarse de que la alerta pasó a Amarillo Fase 3, tomaron su auto y salieron de la ciudad de Puebla hacia Paso de Cortés con el fin de ver la actividad más cerca.

Ambos vieron a través de las redes sociales que un día antes, el sábado 20 de mayo, familias enteras llegaron a las faldas del coloso, tan solo a seis kilómetros del cráter, debido a que no había vigilancia como reportó Expansión Política y MTPNoticias.

Sin embargo, un retén conformado por militares del Plan DN-III y policías estatales les impidió el paso, operativo que se montó cerca del medio día de este domingo 21 de mayo, luego de que especialistas de Protección Civil federal recomendara a los estados como Puebla a tomar ya acciones preventivas.

“Allá en Puebla y Cholula es una capa muy gruesa de ceniza, pensamos que la ceniza pasó por arriba y aquí (Santiago Xalitzintla, a 12 kilómetros del volcán) no cayó (…), es inútil intentar pasar, nos vamos a tener que regresar, pues qué más”, dijo Samuel, quien ejerce su profesión como contador pero se dedica a investigar el universo, utilizando únicamente conceptos básicos de la física y las matemáticas. Él ha sido catedrático en esta materia, narra.

“Nosotros venimos en 1994 cuando hizo erupción (el Popocatépetl) fue algo similar a esto, nosotros nos dedicamos a estudiar el volcán. He sido catedrático de astronomía y he estudiado la tierra”, refirió en entrevista para justificar la razón por la que en medio de la contingencia ambiental, salió corriendo hacia el coloso como si fuera reportero.

Al igual que Samuel y Guadalupe, fueron llegando a lo largo de la tarde otros turistas provenientes de otros municipios.

“Es el morbo lo que nos mueve. Pensamos que al estar cayendo bastante ceniza, aquí iba a estar peor pero vemos que está más tranquilo (…) como ya está acordonada la zona, no más que regresarse”, dijo José, otro de los curiosos que llegó a este punto junto con su esposa e hija.

Otras familias se acercaron a tomarse fotografías e incluso hacer transmisiones en sus redes sociales.

El día anterior, Expansión Política captó a varios turistas que llegaron al Parque Izta-Popo desde donde se fotografiaron con el paisaje del volcán sacando fumarola de fondo, provenientes de otras entidades y países como Argentina.

“Si sacan a mi perrito, también voy”

Del otro lado del volcán, en la comunidad de San Pedro Benito Juárez, perteneciente al municipio de Atlixco, y otro de los puntos más cercanos al Popocatépetl, los pobladores dicen estar preparados para una evacuación, aunque no todos están convencidos que este proceso se pueda agilizar, pues recuerdan que en el año 2000 se colapsaron las salidas.

“Estamos listos, cuando nos digan, vayámonos, pues nos vamos (…) queremos una casa, que no nos falte de comer, todo que tengamos, sobre todo por los niños, ¿y nuestros animalitos?, también se espantan. Si sacan a mi perrito, pues también voy, si no, no voy”, señaló en entrevista Santa.

Otras mujeres que se reunieron en la plaza de la iglesia de esta comunidad dijeron a este medio que lo único que piden es que las autoridades también preparen albergues para animales en caso de que sea necesaria una evacuación.

Más tarde, el gobernador de Puebla, Sergio Salomón Céspedes, dio a conocer que su gobierno está listo para actuar y que se están tomando acciones preventivas como tener listos albergues en donde se daría comida caliente a los afectados.

En una emergencia como la explosión del Popocatépetl, también están listos 500 militares del Plan DN-III para actuar con una capacidad para trasladar a 900 personas y atender seis albergues.