La Fiscalía General de Justicia de la Cdmx y la Cámara de Diputados tendrían que iniciar una investigación en contra del gobernador de Veracruz y la horda de porros disfrazados de diputados, como presuntos responsables de los delitos de amenazas en contra de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el ataque a las instituciones democráticas.
El sábado pasado, el mandatario estatal, funcionarios de su gobierno y legisladores de Morena mostraron una serie de féretros con los rostros de algunos de los ministros de la Suprema Corte, en un franco acto intimidatorio por parte de quien dice gobernar uno de los estados más violentos del país.
Lo que hicieron constituye un delito tipificado en el Código Penal Federal, según se establece en su artículo 282:
Se aplicará sanción de tres días a un año de prisión o de 180 a 360 días multa:
I.- Al que de cualquier modo amenace a otro con causarle un mal en su persona, en sus bienes, en su honor o en sus derechos, o en la persona, honor, bienes o derechos de alguien con quien esté ligado con algún vínculo, y
II.- Al que por medio de amenazas de cualquier género trate de impedir que otro ejecute lo que tiene derecho a hacer.
Así mismo, la Cámara de Diputados tendría que iniciar el procedimiento de juicio político en contra de Cuitláhuac García por violaciones graves a la Constitución General de la República.
Según el artículo séptimo de la Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos, sería procedente el juicio político en contra del mandatario veracruzano debido a que los actos realizados frente a la Suprema Corte redundan en perjuicio de los intereses públicos fundamentales y de su buen despacho, como lo son el ataque a las instituciones democráticas; y a la forma de gobierno republicano, representativo, federal.
Jamás en la historia del país, los ministros de la Corte habían sido amenazados de esta manera. Sin embargo, Cuitláhuac García, actuando como un delincuente consumado, supone que ser lacayo del Presidente le concede absoluta impunidad.
Pero el problema va mucho más allá del anecdotario de la violencia ejercida por el Gobernador y sus porros en contra de los ministros y algunos representantes de los medios de comunicación que cubrían la manifestación.
Lo más peligroso fue la demostración de que los gobiernos de Morena no están dispuestos a respetar la ley ni las decisiones de los tribunales; y que van a movilizar a quien sea necesario para romper el Estado de Derecho e intentar perpetuarse en el poder.
En el cada vez más probable escenario de que Morena pierda la elección presidencial, el Presidente y sus gobernadores otorgarán una patente de corso para que se desconozca el resultado y se tomen por asalto a las instituciones encargadas de hacer valer el resultado.
Lo que sucedió el sábado no fue una ocurrencia del gobernador de Veracruz para recibir el beneplácito del Presidente. Fue una clara advertencia de lo que sucederá el próximo año cuando pierdan las elecciones.
Sin embargo, es muy probable que, en cosa de meses, los ministros cuyas imágenes fueron exhibidas en un ataúd, sean quienes confirmen sentencia condenatoria en contra de Cuitláhuac García.
La puntita
Camiones y camiones en fila cerca del metro Balderas y alrededores. Gente acarreada comiendo tortas afuera de los camiones y los funcionarios comiendo en el Toks frente a la alameda haciendo cuentas de cuánta gente trajo cada uno. Son miserables. (Redes sociales).