Imagina que comienzas a trabajar en dos de las embarcaciones más lujosas de tu época, pero ambas naufragan; imagina que después tienes un accidente marítimo; probablemente no quisieras subir a un barco de nuevo, ¿no? Pues este no fue el caso de Violet Jessop, una de las sobrevivientes del Titanic.
Se trata de una enfermera argentina quien se ganó el apodo de “Miss inhundible” por su increíble historia, pues, aunque pueda parecer una locura, ella se salvó de accidentes marítimos en donde personas murieron y aun así continuó navegando.
El Titanic no fue el único que tuvo un accidente
Antes de contarte la historia de “Miss inhundible”, hagamos un rápido repaso de qué pasó con el Titanic y sus hermanos: Olympic y Britannic, ya que, de esta manera, podrás comprender lo impresionante de la historia de Violet Jessop.
Y es que, aunque el caso de naufragio que pasó a la historia, e incluso llegó al cine con la película de James Cameron, fue el del Titanic, fueron tres los transatlánticos más grandes, rápidos y lujosos que se mandaron a construir a inicios del siglo XX.
Esto debido a que los presidentes de la naviera White Star Line y de los astilleros Harland & Wolff los mandaron construir con el objetivo de crear las mejores embarcaciones.
Lo anterior, suponía todo un desafío por su diseño y aunque eran de los más seguros de su época todos tuvieron accidentes que van desde choques, naufragios y hasta una explosión. En todos estuvo Violet Jessop.
Así fue el hundimiento del Titanic
El primer barco que se mandó a hacer fue el Olympic, de este se tomó la inspiración para crear el RMS Titanic, ya que al tener un precedente se hicieron mejoras y aumentaron algunos lujos.
De esta manera, superó a su hermano, logrando tener un peso de 46.328 toneladas, 270 metros de longitud y 53 de altura. Además de incluir más caballos de fuerza, mejores materiales y un casco de doble fondo dividido en 16 compartimentos.
Esto último fue lo que le valió el apodo de “insumergible”, ya que la revista National Geographic explica que el barco podría permanecer a flote con cuatro de ellos inundados. Así pasó a la historia como el barco que “ni dios podría hundir”.
A pesar de ello, todos conocemos su fatídico final, pues a tan solo 4 días de haber salido, el 14 de abril de 1912, el barco que iba rumbo a Nueva York chocó con un iceberg, aunque se sigue especulando sobre las causas.
La versión más conocida apunta a que el primer oficial William Murdoch tomó la decisión de intentar esquivar el iceberg, lo que rasgó el casco y comenzó a llenar los compartimentos de seguridad.
Luego de esta a situación el capitán Edward Smith ordenó al diseñador del Titanic, Thomas Andrews hacer una evaluación, así determinó que el barco se hundiría en dos horas, por lo cual comenzaron con la evacuación y lanzaron un SOS.
Pocos minutos después de las 2:05 la proa se hundió del todo, se levantó la popa, se partió y posteriormente, a las 2:20 de la madrugada, desapareció en las profundidades del océano, dejando a más de mil 500 personas muertas y alrededor de 700 vivas.
Entre ellas se encontraba Violet Jessop, quien, para ese momento, había logrado sobrevivir a su segundo naufragio, pues el primero había ocurrido en el hermano mayor del Titanic: el Olympic.
El primer accidente marítimo de “Miss inhundible”
La capacidad de Violet Jessop para sobrevivir a cualquier adversidad se dejó ver desde que ella era una niña, ya que de pequeña contrajo tuberculosis y los médicos le dieron tres meses de vida.
No obstante, su familia se mudó a la provincia de Mendoza en Buenos Aires con el objetivo de que el clima la ayudara a sanar, lo cual, milagrosamente ocurrió. Más tarde, tras la muerte de su padre, su mamá decidió llevar a su familia a Inglaterra.
Ella consiguió trabajo en la naviera Royal Mail Line, pero cuando enfermó, Violet, ya de 21 años, fue quien salió a laborar para apoyar a su familia. Así comenzó su interesante historia con el océano y los barcos.
Esto debido a que su primer empleo fue en el Orinoco, de la Royal Mail Line, como camarera, posteriormente se dedicó a trabajar en el Majestic y finalmente llegó al Olympic, el mayor y primero de los grandes transatlánticos que se construyeron.
Y aunque fue un gran año para Violet, fue en esta embarcación en donde sufrió el primer accidente, ya que el 20 de septiembre de 1911, este crucero chocó contra el buque de guerra HMS Hawke.
A pesar del pánico que provocó esta situación, ya que perforó su casco y dañó una hélice, el Olympic pudo volver al puerto sin registrar ninguna persona muerta por el accidente y Violet continuó con su trabajo a bordo del barco.
Ni el Titanic logró hundirla
Tras ello, llegó el hermano más grande y lujoso del Olympic: el Titanic. A pesar de ello, Violet Jessop indicó en su cuaderno de memorias que era feliz trabajando en la primera embarcación y no quería cambiar de empleo.
No obstante, sus seres queridos la convencieron de trabajar para el Titanic, ya que éste era mucho más grande y lujoso, por lo cual se embarcó en él el 10 de abril de 1912 y comenzó su travesía.
De esta manera, la noche del 14 de abril, Violet recuerda que le ordenaron subir a la cubierta, en donde pudo apreciar que todos los pasajeros paseaban tranquilamente, a pesar de que el Titanic ya había chocado.
La situación fue cambiando cuando comenzaron a ser evacuados, por lo cual, ella junto a otras camareras recibieron la orden de serenar a los pasajeros cinco estrellas y bajar a tercera clase para informar de lo que estaba pasando.
“Las otras camareras y yo miramos cómo las mujeres se aferraban a sus maridos antes de que las metieran en los botes salvavidas con sus hijos”, relató la mujer en sus memorias.
Así, para que todas las personas se dieran cuenta que los botes salvavidas eran completamente seguros les indicaron que subieran a uno: “un oficial nos ordenó abordar al bote número 16 para demostrarle a las mujeres que era seguro”.
Cuando Violet subió al bote, le dieron a un bebé para que los sostuviera y le diera calor, para evitar que el menor muriera congelado; sin embargo, Jessop no pensó sobrevivir tantas horas.
Pero haciendo honor a su apodo “Miss inhundible” logró resistir hasta que la embarcación RMS Carpathia llegó para salvarlos. Convirtiéndose así en una de las poco más de 700 personas que sobrevivieron al naufragio más famoso de la historia.
Britannic: El segundo naufragio del que salió con vida
A pesar de esta trágica historia, y lo impresionante del accidente, Violet Jessop no se alejó del mar, ya que la joven, quien además se había preparado para ser enfermera subió una vez más a una enorme embarcación.
Se trata del Britannic, el cual fue transformado en un hospital flotante en 1914, debido a la Primera Guerra Mundial y al cual “Miss inhundible” también se subió para ejercer su profesión.
No obstante, ella volvió a tener mala suerte, ya que el 21 de noviembre de 1916; mientras el Britannic navegaba por el canal de Kea, mar Egeo, se registró una gran explosión en el bote.
Algunos apuntan que había sido alcanzado por torpedos alemanes, otros aseguran que pasó por una mina. Lo cierto es que el barco se hundió en 55 minutos y Violet fue rescatada del naufragio en el que murieron 30 personas.
Luego de este accidente, “Miss inhundible” volvió una vez más a trabajar en un crucero, ya que regresó al Olympic y más tarde continuó navegando para más empresas sin sufrir ningún tipo de afectación.
Tras el final de la Segunda Guerra Mundial, Violet dejó de lado el océano y obtuvo un puesto como oficinista. Aunque en 1948 volvió a embarcarse por dos años más, en 1950 se retiró completamente.
Fue hasta 1971 que una insuficiencia cardíaca logró lo que dos naufragios y un accidente marítimo no pudieron hacer, pues debido a esta enfermedad Violet Jessop murió a sus 84 años.
Reporte indigo