Las recientes han sido horas violentas para Veracruz y particularmente para la zona norte de la entidad.

Por la mañana de este miércoles se reportó una balacera en Álamo, con saldo de una persona herida; y un día antes, Tihuatlán fue escenario de un baño de sangre: una familia fue asesinada a balazos por la tarde del martes; los hechos, en la comunidad Acontitla.

Tres mujeres y un hombre fueron víctima del ataque. Dos eran menores de edad.

Tihuatlán tiene límites territoriales con Poza Rica, Tuxpan, Cazones, Papantla y Álamo, punto donde se registró una nueva balacera este miércoles.

En este mismo lugar, la parte baja de la Huasteca veracruzana, dos cuerpos fueron hallados el mismo miércoles; estaban al interior de bolsas de plástico y presentaban huellas de tortura.

Como en todos los hechos similares, la fiscalía estatal manejó que se realizaban las investigaciones, aunque adelantó que podría tratarse de un ajuste de cuentas entre grupos contrarios de la delincuencia organizada.

El caso fue abordado durante la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz, celebrada en las instalaciones del 111 Batallón de Infantería, en Perote. En ese marco, la fiscal Verónica Hernández reiteró la hipótesis del ajuste de cuentas; y al igual que el gobernador Cuitláhuac García insistió en que no habría impunidad para los responsables.

Por la mañana de este miércoles, Tihuatlán amaneció con una mayor presencia del Ejército y la policía estatal.

Si bien la masacre llamó la atención en una jornada violenta, no fue el único caso en las horas recientes.

El pasado lunes, en un asalto, un joven fue asesinado cuando se transportaba en un camión del servicio urbano del puerto de Veracruz.

Ese mismo día se reportó una balacera en la zona centro de Martínez de la Torre; y el martes, un sujeto fue lesionado a balazos en la colonia Los Pinos de Poza Rica, un lugar que se considera violento desde hace más de una década.

El martes, en Córdoba, zona centro de la entidad, se reportó el hallazgo de 40 fosas clandestinas.

La prensa local consignó que se revisaron 18 fosas  –todavía están pendientes 22– y que se recuperaron al menos 20 cuerpos.

De acuerdo con las versiones que han circulado en medios, por el estado de los cuerpos se infiere que fueron arrojados en ese lugar hace unos cinco años.

Si bien no corresponden a hechos recientes, el hallazgo de esas fosas provocó un fuerte impacto en esa región veracruzana, donde hasta hace relativamente poco eran frecuentes las quejas de empresarios, comerciantes y profesionistas por la violencia, la inseguridad y los secuestros.

Lo lamentable es que esa percepción de inseguridad no se limita a Córdoba, sino que se extiende a otros puntos de la entidad, desde Pánuco, en la Huasteca alta de Veracruz, hasta la región de Coatzacoalos y Minatitlán, pasando por Tuxpan, Poza Rica, Martínez de la Torre y el propio puerto.

Prácticamente no hay región del estado donde la población perciba un ambiente de tranquilidad y seguridad, a pesar de que los índices delictivos y las estadísticas del secuestro y el homicidio doloso han registrado una reducción de acuerdo con las cifras oficiales.

@luisromero85