Un joven supremacista blanco que mató a diez personas negras en mayo en un supermercado de Buffalo, en el norte de Estados Unidos, fue condenado este miércoles a cadena perpetua irreductible tras una audiencia salpicada con gritos de gritos de rabia y dolor.
Payton Gendron, de 19 años, se había declarado culpable en noviembre de asesinatos racistas y actos de terrorismo ante la justicia del estado de Nueva York, y compareció por primera vez ante los familiares de sus víctimas.
Durante la audiencia, tuvo que ser escoltado fuera de la corte cuando un hombre se abalanzó sobre él.
«Quiero estrangularte», le gritó Barbara Massey Mapps, cuya hermana Katherine fue acribillada a balazos por el acusado.
«Entiendo la emoción, entiendo la ira, pero no puede tener lugar en la corte», comentó la jueza Susan Eagan después de un breve receso de la audiencia. «¡Somos mejores que eso!»
Vestido con un traje naranja de prisionero, el joven pareció que por momentos contenía las lágrimas, pero se las arregló para no perder la compostura cuando la angustia estalló en la corte de Buffalo.
Antes de condenarlo a cadena perpetua, la jueza Eagan cedió la palabra a los familiares de sus víctimas.
Kimberly Salter, quien perdió a su esposo Aaron, un guardia de seguridad del supermercado atacado, llegó a la audiencia vestida de rojo y negro, «los colores del derramamiento de sangre» y de «nuestro luto».
«Todos conocemos el odio y los motivos de tu crimen racista, pero estamos aquí para decirte que has fallado», dijo dirigiéndose al acusado Simone Crawley, cuya abuela, Ruth Whitfield, murió mientras hacía compras. «A pesar de nuestras heridas, no dejaremos que ganes esta guerra».
En una breve intervención, Gendron aseguró lamentar «el dolor» que causó.
«No puedo decir cuánto lamento todas las decisiones que me llevaron a hacer algo terrible el 14 de mayo, cuando disparé y maté a personas solo porque eran negras».
«Yo creía en cosas que leía en línea y actuaba por odio racista», pero «no quiero ser una inspiración para nadie», agregó.
Payton Gendron también es acusado de «delitos racistas» por la justicia federal, que no descarta solicitar la pena de muerte.
La Jornada
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