El presidente estadounidense, Joe Biden, pidió este martes un “gran esfuerzo” para frenar en la frontera con México la producción, venta y tráfico de fentanilo, con más máquinas de detección de la carga.
“Lancemos un gran esfuerzo para detener la producción, la venta y el tráfico de fentanilo, con más máquinas de detección de drogas para inspeccionar la carga y detener las pastillas y el polvo en la frontera”, dijo en su discurso sobre el Estado de la Unión.
Biden propuso trabajar con compañías como Fed Ex para inspeccionar más paquetes en busca de drogas, y fuertes sanciones que permitan acabar con el tráfico de fentanilo, que según sus datos mata a más de 70,000 estadounidenses al año.
En el palco de la primera dama, Jill Biden, estaba Doug Griffin, que perdió en 2014 a su hija de 20 años, Courtney, por una sobredosis de fentanilo y que ha transformado su luto en activismo con actividades para ayudar a otras familias afectadas por la adicción a este tipo de opiáceos.
El fentanilo es un potente analgésico que es entre 50 y 100 veces más potente que la morfina y suele usarse para tratar enfermedades como el cáncer.
Sin embargo, también se usa para aumentar la potencia de la heroína y actualmente es responsable de la muerte de unas 150 personas al día, de acuerdo a los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
Biden ha estado bajo enorme presión para frenar la llegada de fentanilo a Estados Unidos desde México y China; y en los últimos meses se ha reunido con los mandatarios de esos países, Andrés Manuel López Obrador y Xi Jinping, respectivamente, para intentar abordar ese problema.
Forbes
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