Investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad Jiao Tong de Shanghai (Chin) han desarrollado un hidrogel inyectable que trata las infecciones que se producen tras una prótesis de cadera y de rodilla, sin los problemas que causan los tratamientos actuales, que suelen requerir antibióticos potentes y cirugía de revisión.
Según publican en la revista ‘APL Bioengineering’, las pruebas demostraron que el gel inhibe las bacterias comunes y favorece el recrecimiento del tejido.
Tras las operaciones de prótesis de cadera y rodilla, las bacterias patógenas pueden adherirse a la superficie de la prótesis articular y formar una peligrosa biopelícula. Para tratar estas infecciones, los métodos clínicos de referencia recurren a antibióticos potentes y a nuevas intervenciones quirúrgicas, como la extirpación del tejido infectado y el trasplante de tejido nuevo.
Sin embargo, estas estrategias tropiezan con problemas de bacterias hiperresistentes causadas por el abuso de antibióticos, daños persistentes provocados por la extirpación de tejido, dificultades para conseguir donantes de tejido y toxicidad y complicaciones del sistema inmunitario.
«Es importante explorar una nueva estrategia para el tratamiento de las heridas infectadas de tejidos blandos porque está directamente relacionada con el pronóstico –afirma el autor Ruixin Lin–. Aspiramos a desarrollar un método más sencillo y seguro para ayudar a más pacientes a evitar el sufrimiento y a más médicos a tomar las decisiones correctas».
El equipo creó el hidrogel inyectable antibacteriano potenciado con fósforo negro para restablecer las barreras biológicas en los tejidos blandos y suprimir las infecciones persistentes. El gel tiene una estructura porosa, excelente inyectabilidad y rápidas propiedades de autocuración.
Las pruebas in vitro demostraron que el hidrogel tenía buena estabilidad y baja toxicidad para las células tisulares. La irradiación del gel con luz infrarroja cercana hace que libere iones de plata. Este proceso resultó muy eficaz para inhibir el ‘S. aureus’, una bacteria común que causa enfermedades en los seres humanos.
«Además, un modelo de herida infectada in vivo demostró que el hidrogel no sólo podía inhibir la infección persistente de la herida, sino también acelerar la deposición de fibras de colágeno y la angiogénesis, realizando así la reparación de la barrera natural del tejido blando», asegura Lin.
El nuevo hidrogel ofrece una estrategia antibacteriana sinérgica, segura y viable para la cicatrización de tejidos blandos infectados. El equipo cree que resuelve problemas clínicos actuales, como las infecciones persistentes causadas por la resistencia a los antibióticos, y aporta nuevas ideas para un tratamiento mínimamente invasivo. Esperan poder utilizarlo en la clínica tras realizar suficientes estudios sobre sus mecanismos subyacentes.
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