Este hidrogel sensible a la temperatura puede utilizarse para el tratamiento rápido y eficaz de pacientes con lesiones hemorrágicas agudas. Una vez estabilizado el paciente, el hidrogel puede retirarse fácilmente con un lavado salino frío
Investigadores del Instituto Terasaki de Innovación Biomédica (Estados Unidos) han desarrollado un hemostato de hidrogel (T-STH) inyectable, sensible a la temperatura y que actúa rápidamente a temperatura corporal para detener la hemorragia de una herida.
Según el estudio, publicado en la revista científica ‘Biomaterials Science’, esta tecnología permite a cualquier persona tratar a víctimas de lesiones traumáticas de forma inmediata y eficaz. Una vez conseguida la estabilidad del paciente, el hemostato T-STH puede retirarse fácilmente mediante un lavado con solución salina fría sin dejar residuos ni provocar un nuevo sangrado de la herida. El lavado con solución salina también permite eliminar cualquier resto alojado en la herida.
Este tratamiento es aplicable a cualquier herida traumática, pero es especialmente relevante en el tratamiento de heridas en el campo de batalla, ya que la hemorragia es la principal causa de muerte potencialmente superviviente por traumatismo en el campo de batalla.
En el campo de batalla, el acceso inmediato a la atención médica se retrasa, y los soldados heridos suelen ser vulnerables a una pérdida grave de sangre (hemorragia) excesiva y a menudo mortal. Por lo tanto, es fundamental responder inmediatamente al personal herido con un método sencillo que pueda proporcionar un control rápido y sostenido de la hemorragia para una variedad de heridas.
Hasta la fecha, hay muchas formas de hemostáticos disponibles en el mercado, como esponjas, polvos, láminas, gasas e hidrogeles, que ofrecen un control eficaz de la hemorragia. Pero ninguno de ellos, incluido el estándar de más utilizado, ‘QuikClot Combat Gauze’, puede proporcionar un tratamiento rápido y sensible a la temperatura de la hemorragia de forma controlable.
«Necesitamos algo sencillo, pero eficaz, que pueda desplegarse fácilmente en el campo de batalla», ha comentado el doctor Marvin Mecwan, investigador postdoctoral y científico principal de este proyecto.
El equipo optó por utilizar un polímero llamado poli(N-isopropilacrilamida), debido a sus propiedades mecánicas sensibles a la temperatura. Se añadió laponita, un agente coagulante de la sangre, para dotar al hidrogel compuesto de propiedades de cizallamiento, es decir, la capacidad de deformarse bajo tensión y recuperarse rápidamente.
En los experimentos iniciales, se produjo una formulación optimizada de T-STH y se demostró que el material podía detener hemorragias cuando se sometía a cambios rápidos de temperatura, como en el tratamiento de heridas traumáticas.
Tras inyectarse en el cuerpo, la T-STH se convierte en un material sólido que controla las hemorragias; cuando se expone a un lavado con solución salina fría, se transforma en un material soluble que puede lavarse fácilmente. Además, esta formulación redujo en un 50 por ciento el tiempo de coagulación de la sangre con respecto a los controles negativos, demostró no ser tóxica y se degradó a velocidades favorables para el control de hemorragias a corto plazo.
La formulación T-STH se probó además en un modelo de laboratorio creado para imitar el flujo sanguíneo humano. Estos experimentos se realizaron con sangre humana calentada a la temperatura corporal. Se recogió sangre de lesiones simuladas; los resultados mostraron que la T-STH era capaz de reducir significativamente la pérdida de sangre en los lugares de la lesión y formar un tapón eficaz contra nuevas hemorragias a diferentes velocidades de flujo sanguíneo.
Estos resultados se reprodujeron utilizando modelos de ratón con lesiones sangrantes; el T-STH mostró tiempos de coagulación y pérdida de sangre similares a los de un hemostato comercial líder, Floseal.
El T-STH del equipo TIBI es una opción óptima para el tratamiento rápido y de primera línea de cualquier herida externa de urgencia o en la que el tiempo es un factor crítico. Además, existe un potencial de mejora mediante la adición de coagulantes más rápidos, antibióticos para el control de infecciones y moléculas que promuevan la regeneración tisular. También existe la posibilidad de crear una versión pulverizable de la T-STH para tratar laceraciones y abrasiones.
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