Los arqueólogos han descubierto en el fondo del lago más grande de Noruega, a 410 metros de profundidad, los restos de un naufragio que tuvo lugar hace más de 700 años. No puede ser un barco vikingo, porque se habría hundido después del año 1300.
Arqueólogos marinos han identificado en el fondo del lago Mjøsa, el más grande y uno de los más profundos de Noruega, los restos de un naufragio que estaban ocultos a 410 metros de profundidad desde hace más de 700 años.
El naufragio dataría de un período comprendido entre 1300 y 1850 y no serían los restos de un barco abandonado. Los investigadores esperan que su análisis permita obtener más información sobre su historia y circunstancias en las que se hundió.
Si la estimación de la edad del barco es correcta, puede ser el más antiguo que se haya encontrado hasta ahora en Mjøsa.
Sorpresas marinas
El arqueólogo marino Øyvind Ødegård, de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU), destaca al respecto que el lago donde fue encontrado esconde todavía muchas sorpresas.
Añade que, durante siglos, han navegado por sus aguas embarcaciones de diversos tamaños y que se han localizado al menos 20 pecios en aguas poco profundas.
Sin embargo, hasta ahora el lago nunca había sido examinado más allá de la profundidad de inmersión de 20 a 30 metros.
La cartografía del fondo marino de Mjøsa comenzó hace un par de semanas y entregó resultados durante el último día, obtenidos gracias al vehículo submarino autónomo Hugin, del Establecimiento de Investigación de Defensa de Noruega.
Hugin es un minisubmarino autónomo que opera independientemente de la conexión física con la superficie. Recopila datos utilizando tecnología de sonda avanzada, que proporciona imágenes detalladas de todo lo que se encuentra en el fondo.
De madera
El barco descubierto con esta tecnología tiene unos diez metros de largo, aunque es posible que originalmente fuera un poco más largo, y 2,5 metros de ancho.
A partir de las imágenes, los investigadores ya pueden ver que se trata de un barco de madera construido con remaches.
En un extremo, parece que los tablones no están debidamente asegurados al barco, lo que indica que los clavos de hierro que los sostienen probablemente han comenzado a oxidarse y desintegrarse.
No es vikingo
Según los investigadores, esto indica que el barco ha estado en el fondo de Mjøsa durante mucho tiempo. Inicialmente se pensó que podría tratarse de un barco vikingo, pero análisis posteriores han permitido situarlo no antes de 1300. La época vikinga transcurrió entre los años 793 y 1100.
El barco está construido en clinker, una tradición nórdica de construcción naval también conocida por los barcos vikingos.
El hallazgo es apenas anterior al siglo XIV, pero al mismo tiempo apenas anterior a 1850. Esta es una pieza potencialmente muy importante para comprender la navegación en Mjøsa, dice Ødegård.
Si se confirma que hay un timón en la duela, indicaría que el naufragio no es anterior al siglo XIV, ya que no hay constancia de que los barcos previos tuvieran timones en la popa.
Habrá más investigación
El siguiente paso de esta investigación es que NTNU baje con el dron submarino ROV Blueye y examine los restos del naufragio más de cerca. Un objetivo importante es determinar la antigüedad del naufragio.
El descubrimiento del naufragio se produjo de forma inesperada: durante dos semanas, el Instituto de Investigación de Defensa de Noruega (FFI) junto con NTNU, cartografiaban áreas seleccionadas en Mjøsa, en busca de explosivos y desechos de municiones, arrojados al lago por los alemanes al terminar la segunda guerra mundial.
Pero el minisubmarino Hugin registró la sorpresa del naufragio, que puede ser importante para la historia del lago y su región.
epe.es