¿Cuál de las ocurrencias institucionales del gobierno de López Obrador ha funcionado? ¿La Guardia Nacional, que no cumplió siquiera tres años antes de intentar echarla bajo la alfombra del Ejército? ¿El Insabi, que nos iba a dar un sistema de salud como en Dinamarca y que ahora lo fueron a arrumbar al IMSS Bienestar, que hoy no puede garantizar el servicio ni a sus derechohabientes? ¿El Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, que lleva tres titulares y ha naufragado en el escándalo de la corrupción? No hay una sola, aunque se enojen “los liberales”.
Entonces, ¿De dónde sacan que una industria nacionalizada en manos de Manuel Bartlett -uno de los funcionarios más corruptos del viejo PRI y hoy cómplice intocable del Presidente- le va a servir al país? Errores y caprichos del dinosaurio poblano le han costado miles de millones de pesos al erario público –como lo denunció en su momento el ex Secretario de Hacienda, Carlos Urzúa- y ha hecho de la CFE una empresa agiotista y usurera.
El problema de los mexicanos es que pocos creen lo que López Obrador nos avisa que va a hacer… y lo cumple. Así que, hay que reconocerlo, no ha engañado a nadie. El camino hacia la nacionalización de la industria eléctrica podría empezar este martes.
Según han anunciado sus promotores, todas organizaciones políticas nacidas del oscurantismo morenista, este martes la “Sociedad de Usuarios en Resistencia (la SUR) ha convocado a un mitin en el zócalo capitalino para demandar la “renacionalización de la industria eléctrica” y garantizar “la soberanía energética, el fortalecimiento de la empresa pública y el reconocimiento como derecho humano el acceso a la electricidad.”
Pues suena a toda madre, como cuando nos decían que una vez que López Obrador estuviera en el gobierno, el litro de gasolina costaría 10 pesos. Los morenistas son los primeros que brincan de alegría cada que le echan combustible a su automóvil.
Por supuesto que la marcha será una broma, pero servirá para ir midiéndole el agua a los camotes y la reacción de la raza de bronce. Ya de los gringos y compañía se ocuparán después, que para eso ya estamos metiendo a los chinos hasta la cocina. ¡Conste!
Los roznidos de Guillermo
Fernández y la exoneración a Yunes
Después del encabronamiento que hicieron pasar a Miguel Ángel Yunes con la reaprehensión de Tito Delfín, uno de sus colaboradores más cercanos, este domingo el maese Guillermo Fernández Sánchez, insípido titular de Sedesol, le sacó sonora carcajada al ex gobernador.
No le basta soltar roznidos entre semana, sino que ahora también ocupa los domingos. Resulta que reconoció que nadie en el gobierno yunista debe de preocuparse, mucho menos la senadora invisible ni el ex mandatario, porque la Sedesol que mal administra sólo encontró faltas administrativas, que no podrán recuperar un solo peso que se hayan robado y que las denuncias duermen el sueño de los justos, porque ni la Fiscalía ni el Poder Judicial tienen interés de que caminen.
Habla de “anomalías millonarias” pero las denuncias sólo se refieren a faltas administrativas, pero ninguna por desvío de recursos. Tal vez por ello, ni la Fiscalía ni el Poder Judicial pierden el tiempo en la estulticia del funcionario, el cual ya le dio el perdón a la administración anterior. ¡Miguel Ángel Yunes no para de reír!
La Guardia Nacional y la nueva consulta patito
De los creadores del juicio a ex presidentes, sin juicio, ni ex presidentes; y de la revocación de mandato que promovía exactamente lo contrario, ahora llega la tercera entrega con la que se completa la trilogía de las consultas patito: la militarización de la Guardia Nacional y el ejército en las calles.
Pues resulta que la nueva ocurrencia de palacio nacional es que la Secretaría de Gobernación –donde a su titular lo siguen engañando que puede ser el sucesor de su paisano-, organice una consulta pública para que la raza decida si quiere que se militarice la Guardia Nacional y la manden bajo las enaguas del ejército.
Eso no sólo es ilegal, sino que, como en las versiones anteriores, no es más que una cínica y burda cortina de humo para chingarse una lana y distraer al respetable del desmadre que hay en materia de seguridad.
Ahí les va. No puede haber consulta popular sobre temas de seguridad nacional; la ley lo prohíbe, por eso no la organiza el INE. Pero como eso les vale madre, entonces se lo endilgan a la Segob. Si una consulta popular no la organiza el INE, no sirve, no vale, no existe.
Y si en el desvarío senil del huésped de palacio nacional lanza la consulta y el 99% vota por la militarización, eso también sirve para un carajo porque se trata de una reforma constitucional y esa la tiene que aprobar la Cámara de Senadores. Y ahí parece que ya le pintaron ‘yemas’ al presidente.
Así que, aunque Segob gaste cientos de millones de pesos que no tiene, que se vuelva a obligar a Gobernadores y cientos de alcaldes a acarrear gente para que voten inútilmente, el resultado NO sirve. Será acaso otra burda medición de la aprobación del presidente en un tema tan delicado como lo es la seguridad y limpiarse la cara de ser el gobierno más violento de la historia. Nomás para eso…
Se les cebó visita a Veracruz a la Sheinbaum y a la Nahle
El sábado estaba programada una visita “al alimón” a Veracruz de la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum y la Secretaria de Energía, la zacatecana Rocío Nahle, ambas tocadas por el dedo del señor para ser las candidatas a la Presidencia y el gobierno de Veracruz. Eso seguro, de que ganen, quien sabe…
Pero resulta que los malos augurios de las lluvias y la tormenta que nos caerá encima toda esta semana les obligó a cancelar la visita a Pánuco y tuvieron que ir con sus tortas a otro lado. La Sheimbaum no desaprovechó el fin de semana y se fue a Guadalajara, donde se reunió con alcaldes, firmó convenio y ofreció una conferencia para esperar este domingo el conciertazo del grupo Firme, nomás para darle circo y reconciliarse con la banda chilanga.
Veracruz es estratégico. Hay muchos votos y un gobernador dócil. Al menos eso les ha hecho creer.
La ratonera
A las familias de las víctimas de los últimos días les vale madre las estadísticas y la autocomplacencia. Lo que quieren es justicia. Antes de salir a rebuznar con cifras maquilladas, podría empezar por mostrar empatía con las víctimas.