Desde 2020 Apple determinó que sus nuevos modelos de iPhone serían vendidos internacionalmente sin cargadores y si bien la ideología ecologista vendida por la empresa funcionó en otros mercados no lo hizo en Brasil donde las autoridades bloquearon la práctica del fabricante.
Y es que el argumento de la compañía liderada por Tim Cook para dejar de entregar cargadores con los nuevos modelos de iPhone ha sido el de reducir la huella de carbono de la marca al reducir el tamaño del empaque así como contribuir a la reducción de basura digital al llenar a sus consumidores de cargadores.
Sin embargo desde el iPhone 12 se ha cuestionado desde distintos frentes si existen beneficios ambientales reales detrás de la práctica además de si estos no son realmente económicos para el gigante tecnológico que cobra cada vez más por sus dispositivos insignia ahorrándose la entrega de un componente más y sin hacer un descuento por su ausencia.
Brasil acusó a Apple de vender un producto incompleto
Esta es la postura tomada por la agencia Sena con del gobierno de Brasil la cual no solo denunció que Apple intenta vender un ‘producto incompleto’ a los consumidores sino que los presuntos beneficios ambientales y de sostenibilidad detrás de la medida ‘no son suficientes’.
De acuerdo al organismo no existe evidencia que indique que dejar de entregar cargadores con los productos de la compañía estadounidense tenga un impacto en reducir la huella de carbono aconsejando que la marca debería más bien adoptar cables y cargadores USB-C en vez de imponer sus formatos propietarios.
Esta solicitud de implementar el USB-C ha tenido eco en la Unión Europea donde se han acordado planes para que los fabricantes cumplan con la adopción de un cable de carga USB-C común con la intención de reducir los desechos electrónicos.
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