Cualquiera que sea, derecha, centro, izquierda; un partido político roto al interior, sin liderazgo y líneas establecidas, está destino al fracaso. Extraña que el partido más importante, el eje de la política nacional, hoy de muestras públicas de división. Movimiento de Regeneración Nacional tiene en la próxima elección al gobierno de Veracruz una oportunidad de afianzar su estructura estatal o arrastrarse en la marea de intereses particulares que empieza a imperar en el partido del presidente López Obrador. Es un movimiento fundado en un pluralismo que hoy parece división.
Una de las voces más valientes y congruentes del morenismo de Veracruz ha señalado la problemática; Yair Ademar Domínguez, secretario de organización del partido, dijo al inicio de semana que el dirigente Nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo, busca dividir a Morena en Veracruz. “Mario Delgado nunca ha querido visitar Veracruz y sin avisar al Comité Estatal llegó a Minatitlán para respaldar, como parte de una secta política, al diputado Sergio Gutiérrez Luna, sin embargo los militantes veracruzanos sabemos que no responde a los intereses del partido, si no a los de un grupo político” expresó.
El señalamiento fue a propósito de la visita de Mario Delgado a Veracruz, acompañando al diputado presidente de la Mesa Directiva Del Congreso de la Unión, Sergio Gutiérrez Luna, quien presentó su informe de resultados en su natal Minatitlán. Lo curioso, y que muestra la ruptura entre correlgionarios, es que Delgado llegó sin avisar, o eso parece. Se trata, ni más ni menos, que el dirigente nacional de la institución política más poderosa del país, y que en Veracruz no tiene la capacidad de convocar a la dirigencia estatal de su mismo partido, vaya ironía.
Posterior al evento en el que participó, Mario Delgado participó en una rueda de prensa junto al anfitrión, Sergio Gutiérrez; y como tenía que ser le hicieron la pregunta del millón y respodió: “Sergio Gutiérrez Luna tiene todo el derecho a participar como aspirante a gobernador de Veracruz”. Y si, todo el derecho como cualquier militante, igual que Rocio Nahle, con la pequeña diferencia de que uno nació en Veracruz y se hizo político en otras tierras, y la otra nació en Zacatecas pero parte de su vida pública y jugosos negocios se desarrollaron en el sur de nuestro estado.
¿Quién conoce mejor la actualidad política estatal, Delgado o Yair? No hay que pensarle mucho, el joven político Yair Ademar Domínguez ha recorrido el estado a pie junto al actual gobernador, antes de que ambos figuraran en lo más alto del andamiaje político morenista; y como secretario de organización mantiene ese trabajo de recorrer el territorio, hablar con la militancia y tener el diagnóstico necesario para la estrategia de su partido.
La división no le conviene al morenismo en Veracruz, el presidente debería estar preocupado por que no hay quien meta orden en su franquicia acá en el rancho, y si tanto le interesa su otra tierra natal debería marcar línea pronto, no porque la oposición represente un riesgo de perder la próxima elección, si no porque MORENA comience a desencantar a quiens hoy le siguen, por lo que pueda tomarse como imposición, porque sea cooptado por un grupo de foráneos, que, aunque veracruzanos, tiene intereses y antecedentes en otros lugares, desde Baja California, pasando por el Estado de México, Zacatecas y haciendo base en Minatitlán.
Dividir para vencer, o vencer dividiento; por el bien del morenismo y la sociedad veracruzana debe imperar la política de verdad y dejar a quienes son congruentes, como Yair, trabajar y seguir dando resultados.
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