A pesar de las cuentas alegres presentadas por el secretario de Desarrollo Social en Veracruz, Guillermo Fernández Sánchez, durante su comparecencia de noviembre de 2021 ante el Congreso local, la realidad es que la entidad enfrenta un enorme problema de empobrecimiento de la población.
El funcionario destacó que entre 2018 y 2020, Veracruz redujo la pobreza extrema, “al sacar de esa condición a más de 150 mil personas, lo que representa el mayor avance en el nivel nacional”.
Sin embargo, las cifras oficiales consignan un escenario lamentable: en su Informe de Pobreza y Evaluación 2020, el Coneval revela que 61.8 por ciento de la población, más de 5 millones 88 mil personas viven en condición de pobreza en la entidad; y que de dicho universo, 17.7 por ciento enfrenta un grado extremo. En pocas palabras, casi un millón y medio de veracruzanos tiene tres o más carencias sociales y cuenta con un ingreso inferior al valor de la canasta alimentaria.
En todo el país, el porcentaje de personas en pobreza es de 41.9; Veracruz está casi 20 puntos arriba. No es todo: el porcentaje de población vulnerable por carencias sociales es en la entidad de 21.1, un millón 742 mil veracruzanos.
Para ilustrar la dimensión del problema basta decir que sólo 10 de cada 100 veracruzanos no pobres; los 90 restantes viven con carencias sociales, en condiciones de vulnerabilidad; o, en el peor de los casos, en pobreza extrema.
En septiembre de 2021, hace menos de un año, el Observatorio de Finanzas Públicas de la Universidad Veracruzana emitió un reporte en el que expone que en la entidad el número de personas en pobreza es de 4 millones 750 mil, lo que ubica al estado en el segundo lugar nacional.
Establece la fuente que comparativamente, Veracruz tiene más pobres que estados como Chiapas, Oaxaca y Guerrero.
El Observatorio universitario agrega que “en Veracruz hay un total de 5 millones 281 mil personas, 64.5 por ciento del total de la población del estado, cuyo ingreso mensual es inferior a la línea de pobreza que equivale a 1,688.57 pesos, que es lo que cuesta la compra de una canasta básica alimentaria”.
Hasta hoy, de muy poco ha servido la impresionante inversión pública en combate a la pobreza en la entidad, porque los veracruzanos están igual o más pobres que hace 10 años.
El único factor que ha evitado que la pobreza sea aún más grave es el de las remesas de los migrantes: entre enero y junio del año en curso, de acuerdo con datos del Banco de México, Veracruz registró el ingreso de mil 81 millones de dólares. La cifra representa un incremento de casi 4 por ciento con relación al mismo periodo de 2021.
Entre el primer semestre de 2021 y el mismo periodo de 2022, las remesas de Veracruz aumentaron en 173 millones de dólares, lo que posicionó a la entidad en el décimo lugar nacional en ingreso por remesas.
Es un fenómeno, el de los migrantes, que ha evitado que el nivel de empobrecimiento de la población sea aún más alarmante, sobre todo tomando en cuenta los altos niveles de inflación registrados durante el presente año.
El problema de la pobreza será, rumbo a la sucesión de 2024, uno de los temas que marquen la agenda, junto con la inseguridad, el desempleo y las deficiencias en materia de salud pública.
@luisromero85