¡Esos de Morena son unos loquillos! Resulta que el viernes, el ínclito diputado Carón fue a Tierra Blanca y se echó la puntada de decir que la 4T ahora sí quiere que los chamacos se pongan las pilas y terminen una licenciatura. ¡Plop!, dijera Condorito.
Además de jumentos, cínicos. Dijo don Carón que “es inadmisible que los gobiernos pasados no se preocuparan porque las niñas y niños siguieran estudiando”. Y tiene la trompeta llena de razón. Los diputados son el mejor ejemplo, así que podría empezar con pedirle a la mitad del Congreso, entre ellos a la mayoría de sus compañeros de bancada, que dejen se andar rebuznando por ahí y terminen la Universidad. Nomás chequen…
Resulta que recién se aplastaron en sus curules en noviembre, el portal de transparencia de la Cámara local publicó el grado profesional y/o escolar de los 50 diputados locales, pero ninguno publicó el papelito -número de certificado o cédula profesional- que confirme que los legisladores por lo menos terminaron la primaria, secundaria, bachillerato, universidad o que, en un acto milagroso, hasta llegaron a cursar maestrías o doctorados, como especialidad. Es decir, son los que ellos dicen que son, aunque no lo demuestren.
¿Y qué creen? Que el máximo promotor de un Veracruz con licenciatura fue víctima de los gobiernos corruptos y conservadores que no querían que los niños estudiaran. Según el Portal –seguro ya corrieron al responsable- Gómez Cazarín y Adriana Esther Martínez Sánchez, reelectos por el partido Morena- no reportan “ningún” grado de estudios, aunque la representante de Martínez de la Torre se presenta como maestra de la misma cuadra Zenyazista. ¡Tranquilos, son sus datos, no los míos!
Ahí van otras perlitas. Gisela López López, diputada plurinominal que llegó al Congreso montada en las valencianas de Morena en la elección del 2021 sólo cuenta con la primaria, ella fue incluida en la lista que se registró en el OPLE por la llamada “tómbola”, como sucedió con la ex diputada Cristina Alarcón que aprendió a leer en la tribuna del Congreso.
Otros diputados que no podrían obtener chamba ni de policía o despachador de farmacia –ambos empleos muy dignos, pero en los que piden al menos el bachillerato-, son el diputado fiestitas Madaleno Rosales que con apuros concluyó la secundaria y logró ser reelecto por Morena.
¿Se acuerdan que en la Legislatura pasada metió en la nómina a su hijo y que cuando lo cacharon se peinó tanto que dijo que echaría de cabeza a todos sus colegas que habían hecho lo mismo? Pues resultó burro, soplón y rajón.
Y qué tal que Eusebia Cortés Pérez de Coatzacoalcos; Tania María Cruz Mejía del Verde que llegó por la vía plurinominal; Gonzalo Durán Chincoya -que llegó como representante de la comunidad LGBTQ+ (no binario) y Juan Enrique Santos Mendoza de Fuerza por México, también pluri, son apenas ilustres bachilleres.
En el caso de Bingen Rementería del PAN, tira la cábula de un grado de escolaridad de “especialización” sin especificar si es licenciado, doctor, maestro o solo alebrije. Es diputado por tercera cámara consecutiva y experto en viajes a Mónaco. ¿Para qué chingados entonces estudiar una licenciatura?
Así que señor Carón, si en verdad quiere veracruzanos universitarios, vaya usted y toda la manada de asnos que deambulan por el Congreso a cumplir lo que anda prometiendo.
SESVER, el desmadre absoluto
Pues resulta que la expulsación del “Doctor besitos” de la Secretaría de Salud vino a abrir la coladera de estiércol en que convirtieron a la dependencia. No sólo era la transa con las compras directa a empresas vetadas por la ASF y hasta el Presidente, las trácalas con el pretexto de la pandemia y hasta el tráfico de influencias y nepotismo.
Ahora al vivaracho y regordete personaje le están cargando el milagrito de que la Secretaría de Salud nomás no tiene sistema de informática por culpa de los “hackers” y los empleados –azuzados desde palacio- piden que lo investigue. ¿Pues no decía el Cuic que era el mejor médico del mundo y que sin él nos hubiera cargado el payaso por la pandemia?
Haiga sido como haiga sido, SESVER no tiene sistema y la Secretaría está hecha un verdadero desmadre. Y ya que al góber le gusta andar de vocero oficioso de las dependencias, aunque luego tenga que andar limpiando el cagadero, bien podría decirnos en su descocada conferencia de prensa qué fue lo que encontraron en la entrega recepción. ¿O es por eso que don Gerardo mejor nada de a muertito?
LA RATONERA
Desde palacio titiritean las plumas de algunos medios para sembrar la especie de que el súper delegado Manuel Huerta sería un extraordinario candidato… pero a senador, tratando de bajarlo del jale de la gubernatura. Ya antes los huertistas le ganaron las internadas a Cuitláhuac y a su flota. No se vayan a llevar otra sorpresa.