Ingenieros de la Universidad de Northwestern han desarrollado el robot andante a control remoto más pequeño jamás visto, y viene en forma de un diminuto y adorable cangrejo.
Con solo medio milímetro de ancho, los diminutos cangrejos pueden doblarse, retorcerse, arrastrarse, caminar, girar e incluso saltar. Los investigadores también desarrollaron robots de tamaño milimétrico que se asemejan a orugas, grillos y escarabajos.
Aunque la investigación, publicada en Science Robotics, es exploratoria en este punto, los investigadores creen que su tecnología podría acercar el campo a la realización de robots de tamaño micro que puedan realizar tareas prácticas dentro de espacios reducidos. La Universidad de Northwestern ha publicado un vídeo.
«La robótica es un campo de investigación emocionante, y el desarrollo de robots a microescala es un tema divertido para la exploración académica», dijo en un comunicado John A. Rogers, quien dirigió el trabajo experimental. «Puede imaginarse a los micro robots como agentes para reparar o ensamblar pequeñas estructuras o máquinas en la industria o como asistentes quirúrgicos para limpiar arterias obstruidas, detener hemorragias internas o eliminar tumores cancerosos, todo en procedimientos mínimamente invasivos».
«Nuestra tecnología permite una variedad de modalidades de movimiento controlado y puede caminar con una velocidad promedio de la mitad de la longitud de su cuerpo por segundo», agregó Yonggang Huang, quien dirigió el trabajo teórico. «Esto es muy difícil de lograr a escalas tan pequeñas para los robots terrestres».
Más pequeño que una pulga, el cangrejo no funciona con hardware complejo, hidráulico o eléctrico. En cambio, su poder reside en la resiliencia elástica de su cuerpo. Para construir el robot, los investigadores utilizaron un material de aleación con memoria de forma que se transforma a su forma «recordada» cuando se calienta. En este caso, los investigadores utilizaron un rayo láser escaneado para calentar rápidamente el robot en diferentes lugares específicos de su cuerpo. Una fina capa de vidrio devuelve elásticamente la parte correspondiente de la estructura a su forma deformada al enfriarse.
A medida que el robot cambia de una fase a otra, se deforma a la forma recordada y viceversa, crea locomoción. El láser no solo controla de forma remota el robot para activarlo, sino que la dirección de escaneo del láser también determina la dirección de marcha del robot. La exploración de izquierda a derecha, por ejemplo, hace que el robot se mueva de derecha a izquierda.
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