En 2021, una investigación publicada en Scientific Reports sugirió que los pterosaurios nacían con la capacidad de volar. Es decir: una vez que salían del huevo, podían extender sus alas para acompañar a sus madres a buscar comida. América Latina ha sido un terreno fértil para los hallazgos de estos reptiles prehistóricos que, después de años de investigación, se ha demostrado que fueron verdaderamente gigantes.

El más grande de ellos, coloquialmente nombrado ‘Dragón de la Muerte’, fue encontrado en la provincia argentina de Mendoza. Al oeste del país, se exhumaron los restos del ejemplar más masivo de pterosaurio descubierto hasta el momento, según reportaron las autoridades locales. Esto fue lo que encontraron los investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UNCUYO, en Argentina.

Encontrado por accidente

El Consejo de Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) reconoció el hallazgo del Dragón de la Muerte como único en su tipo. A cargo del paleontólogo Bernardo González Riga, un equipo de investigación excavó las cercanías de la provincia de Mendoza para extraer los restos fósiles del pterosaurio más grande de Sudamérica.

“Los restos fósiles, que se encuentran excepcionalmente preservados, pertenecen al esqueleto axial (vértebras) y al esqueleto apendicular (huesos de los miembros anteriores y posteriores) de dos ejemplares”, explica el conicet en un comunicado.

Después de analizarlo con cuidado, los investigadores decidieron nombrar al dinosaurio como Thanatos Drakon amaru, en honor a un dios venerado ancestralmente en la zona. Se estima que, al menos, los huesos tengan 86 millones de años. Esta datación situaría al Dragón de la Muerte en el periodo Cretácico Tardío.

Encontrado en las proximidades del Río Colorado, los huesos se encontraron por accidente, mientras se hacía una obra de construcción civil. Al encontrar las piedras, las autoridades de rescate locales intervinieron el espacio. «Se pone así de manifiesto la importancia de las acciones de protección patrimonial durante la ejecución de obras en sitios con alto potencial paleontológico», escribe el CONICET.

Una familia de reptiles gigantes

Con años de estudios detrás de este hallazgo, los investigadores determinaron que ésta es una nueva especie de pterosaurio, nunca antes registrada por la ciencia. Los autores sugieren que el Dragón de la Muerte es un primo del afamado Quetzalcoatlus, el pterosaurio más grande que se ha encontrado en México.

Sin embargo, parece ser que el Thanatos Drakon amaru era todavía más grande que su primo mexicano. Si el Quetzalcoatlus era de por sí impresionante por sus dimensiones, el Dragón de la Muerte impactó a los paleontólogos por la envergadura de sus alas. Según los restos del animal, medía 9 metros de extremo a extremo.

Al respecto, el director del Laboratorio y Museo de Dinosaurios de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales del Instituto Interdisciplinario de Ciencias Básicas, Leonardo Ortiz David explicó lo siguiente:

“Otro aspecto relevante es el estado de preservación de los restos fósiles, ya que es inusual hallar numerosos huesos de pterosaurios de gran tamaño y en buen estado de conservación. Este aspecto es crucial, ya Que Thanatos Drakon preserva elementos nunca antes descubiertos en otros Azhdárquidos gigantes”, comenta el investigador.

Todo parece indicar que el Dragón de la Muerte perteneció a una familia de reptiles prehistóricos gigantes. Y de entre ellos, él era el más masivo de todos. Su hallazgo suma a los esfuerzos de conservación paleontológica en Argentina, y promete arrojar luz sobre las formas de vida en aquel pasado remoto latinoamericano.

ngenespanol.com

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