Los científicos de la Universidad de Cambridge, en Reino Unido, Chris Howe y Paolo Bombelli realizaron un histórico descubrimiento: lograron que una caja de algas marinas funcionara como medio de energía para una computadora.

De experimento a descubrimiento

El descubrimiento que realizaron los científicos consistió en sellar una porción de algas conocidas como cianobacterias o verdeazuladas en una caja de metal pequeña, del tamaño de una pila AA. Después, dejaron esta caja en una ventana, las algas hicieron fotosíntesis y generaron la corriente eléctrica necesaria, la cual le dio energía a un chip ARM Cortex-M0+.

El microprocesador ARM Cortex-M0+ se utiliza en los dispositivos que utilizan una pequeña cantidad de energía y que se encargan de recopilar datos en tiempo real a través de la web, como el smartwatch o el reloj inteligente.

¿Cómo funciona la caja de algas marinas?

Los investigadores dijeron que el funcionamiento de esta caja de algas está basado en el modelo “bioelectroquímico”, ya que las cianobacterias generaron electrones que se transfirieron a través de las membranas bacterianas al ánodo de aluminio, lo que generó la energía necesaria.

El dispositivo estuvo funcionando en la casa del científico Paolo Bombelli, donde se le dio seguimiento al experimento y se encontraron diversos resultados:

1.- La computadora funcionó en ciclos de 45 minutos, seguidos de 15 minutos de espera

2.- La computadora compiló los datos que se almacenaron en la nube para que los investigadores los analizaran

3.- No hubo cortes de energía durante los 6 meses del experimento y luego de ese tiempo, las cianobacterias continuaron produciendo energía

Los científicos explicaron que si bien es cierto que las algas marinas dependen de una fuente de luz para alimentarse, este biosistema siguió generando la energía requerida para que funcionarara el microprocesador, incluso en la oscuridad.

La razón de que el biosistema continuara produciendo energía, se debió a las sobras de alimentos, ya que cuando las algas estaban expuestas a la luz, las cianobacterias generaban una sobreabundancia de alimentos, y en la oscuridad, los microorganismos seguían comiendo los sobrantes.

La investigación más detallada se publicó en un artículo de Energy & Environmental Science.

Algas marinas y las computadoras del futuro

El experimento, que realizaron los científicos durante el brote de la COVID-19, ha generado importantes aspectos a considerar, ya que abrió las puertas para que se realicen más investigaciones al respecto y se puedan impulsar las fuentes de energía que son amigables con el medio ambiente.

Los iniciadores de este descubrimiento dieron a conocer que confían en que los cubos con algas marinas sirvan para brindar energía a millones de dispositivos, desde computadoras y relojes inteligentes, hasta sensores de temperatura.

Chris Howe destacó que aunque tienen confianza en el descubrimiento, se necesitan más investigaciones para saber exactamente cuánto podría escalar “el diminuto dispositivo del tamaño de una batería AA”.

ADN40

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