Hasta hoy siguen siendo ocho los aspirantes de Morena a la gubernatura de Veracruz: Rocío Nahle, Sergio Gutiérrez, Ricardo Ahued, Eric Cisneros, Juan Javier Gómez Cazarín, Zenyazen Escobar, José Luis Lima Franco y Manuel Huerta Ladrón de Guevara. En el papel el elegido será el mejor posicionado en las encuestas; en la práctica la única encuesta que cuenta es la de López Obrador que ya se decantó por Rocío Nahle.

Pero como dije con anterioridad la zacatecana se puede caer. Son varios los ejemplos de fieles al presidente que de un día para otro cayeron de su gracia para no levantarse. El primero fue René Bejarano que de ser su brazo derecho ahora es uno más del montón en Morena. A él le siguieron Eva Cadena, César Yáñez, David León, Irma Eréndira Sandoval y Julio Scherer Ibarra, sólo por citar algunos.

En su momento todos estuvieron en el corazón del tabasqueño y todos se la jugaron por él, pero ahora no los quiere ni ver.

Con Rocío pueden pasar dos cosas: que el presidente la lleve a alturas que jamás imaginó o que la baje de la nube en la que anda. No hay más.

Si resulta candidata ¿qué posibilidades tiene de ganar la gubernatura? Híjole.

La bronca con Rocío es que sólo es favorita del presidente (que con eso le basta y sobra), del gobernador Cuitláhuac García y eventualmente del secretario de Gobierno Eric Cisneros. No es popular, es poco conocida en la entidad y es zacatecana, lo que pesa mucho en el ánimo de un pueblo regionalista como el veracruzano.

Por mucho apoyo presidencial que tenga, puede que los veracruzanos hagan valer su voto y por ahí se le escape la gubernatura.

Sergio Gutiérrez es el aspirante más popular, trae mucho dinero en las alforjas y es apoyado por el presidente de Morena, Mario Delgado y el Canciller Marcelo Ebrard. Pero por mucho dinero que cargue llegará hasta donde llegue Marcelo. Y eso quien sabe.

Analistas políticos aseguran que aunque el canciller sea candidato a la presidencia, Sergio no lo será a la gubernatura porque no es gente del presidente. “López Obrador no lo aceptará nunca, por mucho que le garantice el triunfo en Veracruz. Aunque Sergio se ha vuelto más pejista que Andrés Manuel al apoyar sus reformas, al presidente le da muy mala espina porque intuye que como gobernador el minatitleco lo va a mandar al diablo. Y en ese sentido no anda nada errado”.

¿Qué posibilidades tiene de alcanzar el triunfo si resulta candidato? Pues si tomamos en cuenta que ya se echó a la bolsa a buena parte de los maestros, campesinos, empresarios, estudiantes universitarios, militantes de todos los partidos políticos y gente de la sociedad civil, sus posibilidades son muchas. Pero…

El pasado 2 de mayo comenté: En Veracruz Sergio se mueve como candidato, saluda como candidato, habla como candidato, interactúa como candidato y promete como candidato. Ya nomás le falta ser candidato. Aunque…

Podría atorarse en ese saltito. Veremos.

Ricardo Ahued es sin discusión el aspirante de Morena más honesto, honrado y decente que tiene ese partido, cualidades que ven como defectos los bandidos de la 4T que lo malmiran entre otras cosas porque no es militante de Morena. Su candidatura dependerá del trabajo que realice hasta mediados del 2023 como alcalde de Xalapa. Y si se cae la candidatura de Rocío Nahle.

¿Qué posibilidades tendría de ganar? Si esta pregunta se hubiera hecho en 2019 diría que muchas, pero en la actualidad digamos que un 50%. Aunque aumentarán si la oposición abandera a un candidato desangelado, sin empuje y sin carisma.

Eric Cisneros y Juan Javier Gómez Cazarín deben tratarse de dos bromas muy malas. No tienen la mínima posibilidad de ser candidatos y por consiguiente, la mínima posibilidad de triunfo aunque lo fueran.

Zenyazen Escobar sigue siendo el miembro del gabinete de Cuitláhuac García mejor calificado. Desde que llegó a la SEV se ha dedicado a trabajar. A Diferencia de sus antecesores que no salían de la oficina, a Zenyazen lo conocen los maestros de casi todo Veracruz porque ha visitado la mayoría de los municipios, y generalmente va lugares donde hay carencias en escuelas o problemas magisteriales que solucionar.

Se dice que si el presidente López Obrador le pregunta a Cuitláhuac por su candidato a sucederlo, el gobernador dará el nombre de Zenyazen, al que si no se le hace la candidatura quiere verlo como senador.

El titular de la Sefiplan, José Luis Lima Franco, tiene un buen palmarés académico; es licenciado en economía, tiene una maestría en finanzas y a pesar de su juventud posee una dilatada carrera como servidor público.

A Lima Franco le tocó bailar con la más fea porque encontró al estado hasta el tope de deudas, pero está dando resultados. Su problema es que pueden echarle en cara los más de 2 mil millones de pesos con los que ha endeudado a Veracruz y que no han sido para obras, sino para pagos poco claros. Su candidatura se ve difícil, pero en política nada es imposible.

El titular de la Sedesol, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, es amiguísimo de López Obrador; son compañeros de lucha desde hace más de 20 años, han estado juntos en las duras y en las maduras y el tabasqueño en verdad lo aprecia. Sí, pero tiene un par de acusaciones por abuso sexual. Ajá ¿y…? ¿De cuándo acá cuentan esas pequeñeces en el ánimo del presidente?

Ojo, si el candidato a la presidencia de la República resulta ser el secretario de Gobernación Adán Augusto López, el candidato a la gubernatura será Huerta Ladrón de Guevara, porque también son súper cuatísimos.

¿Qué posibilidades tiene don Manuel de alcanzar el triunfo si resulta candidato? Me gustaría decir que bendito sea Dios ninguna, pero no me atrevo a tanto.

Estos lector, son los ocho aspirantes a la gubernatura de Morena. Puede que de aquí al 24 se cuelen otros, pero (quitando a dos que no serán candidatos ni yendo a bailar a Chalma) de entre los seis restantes saldrá el próximo abanderado o abanderada. Los que se agreguen después sólo servirán de bulto.

¿Y qué con la oposición? En otra entrega hablaré del tema.

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