Veracruz, Ver.- El obispo Carlos Briseño Arch consideró que hay un estancamiento en el surgimiento de vocaciones a la vida sacerdotal en la diócesis de Veracruz, lo cual atribuyó a la falta de valores, de compromiso e incluso a los dos años del confinamiento social provocado por la pandemia de COVID-19.
En entrevista celebrada en el marco del Día Mundial de las Vocaciones, Briseño Arch dijo que se trabajará con los jóvenes de la diócesis de Veracruz para despertar el interés por la vida sacerdotal.
“Ahorita ha habido un estancamiento, se puede decir que hay una estabilidad, pero más bien no ha ido para arriba por la pandemia, esperamos que ahorita que se abran más las puertas podamos trabajar más con las nuevas generaciones para motivar más la vocación, que necesitamos mucho en nuestra diócesis”, expresó.
El prelado aseguró que hay jóvenes veracruzanos con valores a quienes les interesa la vida religiosa y a quienes se les guía para que disciernan el llamado.
El obispo refirió que la diócesis de Veracruz cuenta actualmente con 60 jóvenes formándose en el seminario menor y el seminario mayor.
Carlos Briseño Arch recordó que un joven se ordenó como sacerdote en este año, pero aclaró que el número es variable, sin embargo, reconoció que resultan insuficientes para las necesidades de la diócesis.
“Tenemos que trabajar más esta cultura, sí tienes razón, los jóvenes están distraídos en muchas cosas que a veces no les permiten escuchar el amor de Dios, pero aquí lo que se trata es de trabajar un poco por generar conciencia, no solamente los jóvenes, sino yo creo que todos, con nuestra actitud vocacional, ustedes también desde su realidad, enseñemos a los jóvenes a buscar algo más trascendental”, añadió.
Por último, Briseño Arch indicó que la crisis resulta mayor en las vocaciones de mujeres jóvenes a la vida religiosa.
AVC/José Juan García