La tecnología de Inteligencia Artificial llegó para facilitar las labores de muchas personas que aprovechan los algoritmos a su favor. Sin embargo, desde que se conoce el uso de una variante de este tipo de instrumentos llamado Deep Fake, solamente se han generado preocupaciones.
La Deep Fake es una técnica de de inteligencia artificial que permite editar vídeos falsos de personas que aparentemente son reales, utilizando para ello algoritmos de aprendizaje no supervisados, conocidos en español como RGAs (Red generativa antagónica), y vídeos o imágenes ya existentes.
Esta técnica, en la mayoría de los casos, se ha usado para fines fraudulentos, y desde hace más de 4 años ha despertado la preocupación de varias organizaciones por la ola de videos sexuales donde se implementa este tipo de avances tecnológicos.
Deep Fake en la pornografía
Un reportaje de la revista del Instituto de Tecnología de Massachusetts, alertó la inquietante función de un sitio web que pone la cara de una persona dentro de videos pornográficos con tan solo un clic.
Las victimas que en su gran mayoría son mujeres, son victimas de estos avances tecnológicos en contextos de venganza.
Sensity AI, una compañía de investigación que ha rastreado videos deep fake en línea desde diciembre de 2018, ha encontrado consistentemente que entre el 90% y el 95% de ellos son pornografía no consensuada. Alrededor del 90% de eso es pornografía no consensuada de mujeres. “Este es un problema de violencia contra las mujeres”, dice Adam Dodge, fundador de EndTAB, una organización sin fines de lucro que educa a las personas sobre el abuso habilitado por la tecnología.
Con las denuncias, la aplicación de deep fake cerró el acceso a nuevos usuarios, y legisladores en Estados Unidos y Europa han iniciado proyectos que puedan castigar penalmente a las personas que realicen este tipo de actos.
La Comisión de Derecho del Reino Unido, un organismo académico que revisa las leyes y recomienda reformas cuando es necesario, actualmente está examinando las relacionadas con el abuso en línea. Tiene previsto publicar proyectos de recomendaciones en las próximas semanas para su consulta pública. Los activistas tienen la esperanza de que esto finalmente amplíe la prohibición de la pornografía de venganza para incluir todas las formas de imágenes y videos íntimos falsos. “Creo que ha sido un ejercicio realmente exhaustivo”, dice Mortimer, quien ha estado consultando con la comisión para compartir las historias de las víctimas de forma anónima. “Soy cautelosamente optimista”, reseñó el medio universitario estadounidense.
Si Reino Unido sigue adelante con la prohibición, se convertiría en el primer país en hacerlo, motivando a Estados Unidos a que sigan su ejemplo.