A diferencia de los dos años anteriores caracterizados por la pandemia del coronavirus, en la catedral metropolitana la ceniza fue impuesta en la frente, por el párroco Roberto Reyes Anaya.
En la primera misa de las 08:30 de la mañana, el párroco colocó la ceniza en forma de cruz en la frente de los feligreses, a diferencia del miércoles de ceniza de la Semana Santa del 2020 en el que se omitió.
En el año 2021, la ceniza fue puesta en la cabeza y no en la frente para evitar tener cercanía entre el párroco y los feligreses, a fin de cumplir los protocolos de seguridad sanitaria.
Con el miércoles de ceniza, la iglesia católica da inicio al periodo de Cuaresma de la Semana Santa.
El párroco Roberto Reyes Anaya explicó que la Cuaresma es el tiempo para que los feligreses se preparen rumbo al ministerio de la Semana Santa.
“Es un tiempo de penitencia, de oración y de ayuno para celebrar dignamente la Semana Santa el ministerio Pascual y Resurrección de Jesucristo, es un tiempo de penitencia, de oración y ayuno y lo iniciamos con el miércoles de ceniza que nos recuerda nuestra naturalidad que fuimos hechos por Dios, por el pueblo, del barro y a él regresaremos, somos personas finitas, tenemos un término y tenemos gracia de Dios”.
El párroco comentó que la imposición de la ceniza en la cabeza inicia el proceso de conversión en donde la iglesia invita a través del evangelio a creer en el mensaje de Jesucristo.
Para las personas que por motivos de salud no pueden acudir a las Iglesias, la Catedral Metropolitana permitirá que la ceniza la puedan llevar a sus familiares enfermos con un rito de que lo puedan imponer desde casa.
El sacerdote expresó “que más penitencia que los enfermos que está en su cama, en el dolor y se une a los dolores de nuestro señor Jesucristo”.
Debido a que este miércoles de Ceniza se espera “mucha gente”, la catedral metropolitana organizó la celebración de 4 misas a lo largo del día.
“No puedo dar el número de personas que vendrán, pero si sabemos que serán muchos” indicó el sacerdote.
AVC