Desde el pasado 4 de febrero en que comenzó la llamada Veda Electoral, para suspender las publicaciones de funcionarios o dependencias gubernamentales, también de manera simultánea comenzó el bombardeo mediático a través de la televisión abierta, con los mensajes del INE para promover -supuestamente- la participación de la ciudadanía en las votaciones que se llevarán a cabo hasta el próximo 10 de abril.
Una y otra vez, se repite el mismo mensaje, por lo que a estas alturas del partido, cuando todavía falta mucho tiempo para la votación, ya resulta insoportable el que se nos esté bombardeando con el promocional donde salen caminando dos jóvenes que invitan a participar en la votación para decidir si el presidente López Obrador debe de seguir en el cargo o se le retira “por pérdida de las confianza”.
Y como también los partidos políticos tienen espacios y tiempos gratuitos para promoverse, después del promocional de la revocación, nos tenemos que chutar a la fuerza, el de el INE que pretende hacernos creer que todos somos el Instituto Nacional Electoral, seguidos por la propaganda de MORENA, PRI y hasta Convergencia Ciudadana.
De plano hay que apagar el volumen de la televisión o cambiar de canal para no tener que volver a escuchar los mismos anuncios.
Se supone, que por Ley, no estaría permitido el que se repitan en una hora los mismos anuncios, precisamente para evitar saturar a la audiencia, pero como al parecer la Secretaría de Gobernación que se supone era la encargada de monitorear y vigilar que no se cometieran abusos en contra de la audiencia, ya no está cumpliendo con esa tarea.
Pero ahora, se repiten uno tras otros, incansablemente.
Como todavía faltan dos meses para que se lleve a cabo la consulta de revocación del mandato al presidente López Obrador, luego de que en reiteradas ocasiones en la conferencia mañanera ha denostado a los consejeros del INE por los elevados sueldos y prestaciones que cobran, habría que analizar si en esto de la promoción del voto ciudadano, no se está aplicando la llamada Psicología Inversa.
Es decir que se está repite y repite un mensaje, para en lugar de convencer a la gente, acabe por chocarle y no quieran saber nada del tema y mucho menos acudir a las urnas.
De manera indirecta, se estaría dando la razón al presidente López Obrador de que para llevar a cabo la consulta de revocación de mandato, no era necesario, como pedía el INE, que les dieran otros mil 300 millones de pesos a su presupuesto, sino que con todo lo que tienen aprobado, podían hacer recortes en muchas partidas.
Aunque en la pregunta que se le hará a los ciudadanos se les consulta sobre si están de acuerdo en que se revoque el mandato al presidente López Obrador por “perdida de la confianza” lo cierto es que ese concepto no aparece en la ley, sino que son otros los términos que debieron de haberse usado.
De acuerdo con la Ley de Revocación de mandato “mediante el procedimiento de revocatoria de mandato, el electorado tiene el derecho a destituir del cargo a un funcionario público a quien él mismo eligió, antes de que concluya el período de su mandato.
Es decir, el pueblo, mediante el sufragio y de manera vinculante, decide sobre la continuidad en el desempeño del cargo de un funcionario de elección popular. Se consideran causales para que el electorado solicite la revocación de mandato de un funcionario público electo las siguientes: actos de corrupción, ineficiencia, violación de derechos humanos y pérdida de legitimidad.”
Entonces, la causal de pérdida de confianza, no figura en la ley.
Porque al final de cuentas, que pasaría en el remoto caso de que los ciudadanos que acudan a votar, digan que sí están de acuerdo con revocar el poder al presidente.
Ese tema -como diría aquel- es también muy interesante y deberá ser tratado más en detalle en próximas Bitácora Política.
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