Poza Rica, Ver.- La reapertura de la zona arqueológica de “El Tajín”, en Papantla, generó esperanza de recuperación económica entre comerciantes del lugar, algunos endeudados con créditos bancarios para mantenerse activos durante al menos 22 meses que la pandemia del coronavirus obligó al cierre de este espacio a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
Con un aforo restringido a 300 personas por día y un horario de lunes a viernes de 10:00 a 16:00 horas se permitió nuevamente el ingreso a la zona arqueológica que es una de las fortalezas turísticas de la región del norte veracruzano.
La adaptación de las medidas sanitarias para un ingreso con menos riesgo de contagio de coronavirus fueron bien aceptadas por ciudadanos.
Aunque tomó por sorpresa para algunos que no se permita el ingreso de mascotas como anteriormente se podría realizar, pues señalan no hay justificación en esta medida.
En las inmediaciones de la zona operan más de 200 puestos comerciales, en su mayoría vendedores de artesanías y fondas que esperan lograr recuperarse de la que consideran la peor etapa que han enfrentado.
“La verdad nosotros anhelamos que abrieran, yo vivo de esto, de mis comidas y cada fin de semana nos iba muy bien pero cuando empezó todo esto del COVID ya no venía nadie, nos fregaron, y luego el huracán se llevó varios puestos, en mi caso yo saqué un préstamo en un banco para reparar y no cerrar.
“Gracias a Dios aquí estoy con mi negocio y confío en que nos va a ir bien otra vez a mi y a mis compañeros, solamente hay que tener fe”, expresó Lucia, comerciante de una de las fondas.
El costo del boleto para ingresar es de 85 pesos y están 200 a disposición mientras que 100 son para acceso gratuito para estudiantes, adultos mayores y personas con alguna discapacidad.
El acceso es controlado con grupos de diez personas ingresando cada diez minutos y las áreas de Tajín Chico, la Gran Greca y juegos de pelota en zona norte y zona sur están cerradas.
AVC/Misael Olmedo Sifuentes