La policía estatal dio la orden a los familiares de que recogieran las pertenencias de los ocho policías que laboraban en el municipio de Úrsulo Galván, acto seguido Martha abrió el refrigerador que estaba en la comandancia y lo primero que vio fue el recipiente con salsa de huevo, que le había puesto de lunch a su hijo Luis Alberto Valenzuela González, de profesión paramédico, con 24 años de edad, y aspiraciones de casarse.
Martha recuerda con claridad que ese viernes 11 de enero del año 2013, corría un aire fresco, se levantó temprano y preparó a su hijo el guiso de huevo en salsa que tanto le gustaba, después acompañó a Luis Alberto a la comandancia de la policía municipal en Úrsulo Galván, lugar ubicado a hora y media de Xalapa y una hora del puerto de Veracruz.
A media mañana, Martha pasó por una marisquería y compró “Una Campechana”, un cocktel de mariscos para llevárselo a Luis Alberto; su hijo se lo agradeció y en seguida lo comió.
Esa fue la última vez que vio a Luis Alberto, y a partir de ahí todo quedó “suspendido”, sin que a la fecha haya presuntos culpables detenidos, ni investigaciones, y tampoco se conoce el paradero de él, y otros siete policías municipales de Úrsulo Galván: Javier Araus Molina, Samuel Montiel Perdomo, Alejandro Báez Hernández, Agustín Rivera Bonastre, Juan Carlos Montero Parra, Guillermo Torres Perdomo y Aureliano Sánchez Tonil.
“Yo vivo en el año 2013, ahí me quedé, para mi estoy en un duelo suspendido, el tiempo se detuvo, en que fui personalmente a dejar a mi hijo al trabajo, y esto fue el Estado, los mismos de Seguridad Pública se los llevaron, y ya Seguridad Pública aceptó que si se los llevó su gente, pero no hay ni un detenido”, afirma Martha, que busca a su hijo desde hace 9 años.
Sin avances en las investigaciones
Cómo Procurador General de Justicia del Estado (PGJE) estaba Amadeo Flores Espinosa, y secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, cuando 4 camionetas patrullas del Grupo Tajín de la SSP estatal llegaron a la comunidad Los Arenales de Úrsulo Galván para llevarse a los 8 policías municipales.
Los familiares de las víctimas de desaparición forzada refieren que las investigaciones quedaron estancadas, y aunque han pasado 4 fiscales ninguno ha podido dar con la verdad, de qué ocurrió aquella tarde, y dónde están los desaparecidos: Amadeo Flores Espinoza; Luis Ángel Bravo Contreras, Jorge Winckler Ortiz y Verónica Hernández Giadáns.
“Esto empezó desde que estaba Duarte (exgobernador Javier Duarte de Ochoa; luego siguió Yunes (Exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares que tampoco apoyó; y con la nueva administración, (gobernador Cuitláhuac García Jiménez) que tenemos no vemos nada, no hay avances de la investigación” afirmaron.
Las madres salen a terrenos, ranchos, cañizales, arroyos, pozos artesianos a buscar y encuentran restos humanos, mismos que son entregados a la FGE, y ahí se quedan porque la dirección de Servicios Periciales está rebasada y no hacen identificaciones con las muestras de ADN que dejaron las familias.
“Yo quiero encontrar a mi hijo hasta que mi alma se logre calmar un poco, encontrarlo dónde quiera que esté, pero en Periciales están rebasados, se encuentran cuerpos y a Periciales, los Colectivos encuentran restos y a Periciales, y en la Fiscalía no se agilizan. Las madres somos las que buscamos” expresó.
Los familiares refirieron que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) ordenó al gobierno de Veracruz ofrecer una disculpa pública a las familias de los 8 policías municipales desaparecidos, pero ellas se negaron a recibirla, porque lo que desean es que las autoridades se hagan responsables de la búsqueda y los encuentren.
“Y cada día el gobierno da menos dinero para buscar a los desaparecidos, es un problema gigante, pero creemos que el gobierno quiere dejar pasar esto y que se olviden de los desaparecidos. Los familiares cancelamos la disculpa, ¿Eso para qué? Lo que queremos es encontrarlos” afirmaron.
Las familias creen en la posibilidad de que ya encontraron a los policías entre los cientos de restos localizados en el predio Colinas de Santa Fe, en el municipio de Veracruz, pero no pueden tener la certeza hasta que la FGE haga las confrontas con las muestras de ADN que tienen en archivo.
“Hemos buscado en Colinas de Santa Fe, hemos encontrado 300 y feria de cráneos, yo trabaje ahí, y apenas van 20 identificados, y trabajamos 3 años desde el 2017, de nuestros familiares no hay nada, a veces pensamos que están en Colinas y nosotras mismas sacamos a los familiares, pero no hay confrontas, entonces no sabemos. Si vas a Periciales hay un montón de restos” expresó.
La pandemia del coronavirus obligó a las madres y esposas suspender las búsquedas y dar prioridad al cuidado de la salud, razón por la cual, la última vez que salieron fue en mayo del 2021.
El año pasado, en el 2021 en medio de la pandemia del coronavirus acudieron al municipio de Vega de Ala Torre, lugar dónde fue localizada la patrulla municipal calcinada el día sábado 12 de enero del 2013, pero no encontraron rastros de los desaparecidos.
“Sólo nos han dicho que los testigos de ese año vieron que se los llevaron los policías estatales. El Arenal es un rancho, nuestros policías iban por ahí, llegaron 4 patrullas, los encapucharon, los desarmaron y los subieron a 4 camionetas, de ahí de El Arenal se sale a la autopista, nos dicen que cuatro patrullas iban custodiando a la patrulla municipal hacia Cardel, de ahí no se sabe cómo apareció en Vega”, explicó.
Ese mismo sábado en la tarde, a la comandancia municipal arribaron policías de SSP para ordenarle a las familias que sacaran todas las pertenencias de los municipales, y fue ahí cuando Martha encontró el recipiente con la salsa de huevo que su hijo ya no comió.
“Las familias cuando nos enteramos que no aparecían y no contestaban los teléfonos ese mismo viernes nos fuimos a quedar a velar en la comandancia. Ahí estuvimos dos semanas completas día y noche en espera de respuestas; nadie nos atendió, estaba de presidente municipal Martín Verdejo y tampoco sabía nada, y a la fecha no se sabe nada”.
Finalmente la familias pidieron al gobierno de Veracruz y al ayuntamiento de Úrsulo Galván que se construya “Un memorial” frente a la Comandancia Municipal “para que quede limpio el nombre de ellos, al menos el de mi hijo, un memorial para que la gente vea la verdad, y nosotras queremos saber la verdad, son mujeres que tenían esposos y dependían de ellos, se quedaron solas con hijos, hijas, y ahora no saben qué pasó, tenemos derecho a la verdad”.
AVC