¿Recuerdan cómo se presumió a la policía municipal de Xalapa en la administración anterior? Equipo de primera, capacitación y selección a la altura, vehículos para recorrer los cuadrantes en que la capital veracruzana se dividió, según la estrategia aplicada por la Dirección de Seguridad Ciudadana y Tránsito municipal.
Una corporación formada por jóvenes xalapeñas y xalapeños, que destacaban por su compromiso y alta responsabilidad, comenzaron a circular en la ciudad bajo un esquema de proximidad; los rondines eran constantes y, por ello, la sociedad empezaba a tener cierta confianza en que, de ser necesario, la asistencia policiaca estaría en el momento justo, gracias a la movilidad que le garantizaba a las y los oficiales el tener vehículos suficientes su tarea.
Extrañamente, al menos en nuestros rumbos, los rondines empezaron a ser menos frecuentes; conocíamos hasta el número de la patrulla que rondaba el cuadrante donde un servidor constantemente permanece; conocíamos, al menos de vista, a esos policías. Ahora que está a revisión la administración de Hipólito Rodríguez Herrero podemos tener un dato que nos da un motivo para pensar por qué la vigilancia dejó de ser tan frecuente.
Fue el Regidor Diego David Florescano Pérez quien destapó un posible caso de negligencia de parte del gobierno municipal anterior, el titular de la Comisión de Desarrollo Económico informó la semana pasada, en una reunión entre el Consejo Coordinador Empresarial y el Ayuntamiento Xalapeño, que actualmente no se cuenta con la cantidad suficiente de vehículos para patrullar la ciudad. El asunto se puso sobre la mesa por la preocupación que tiene el sector empresarial ante la inseguridad que prevalece en Xalapa, directamente el CCE e integrantes de otras Cámaras demandaron al presidente municipal, Ricardo Ahued, que se les garantizara seguridad por parte de la policía municipal.
Resulta que, ya se sabrá quién, se dejó de dar mantenimiento a unidades nuevas, por ello perdieron una garantía y se dejaron de utilizar, quedando parados más de 50 vehículos en el corralón de la dependencia de seguridad municipal. Ahora entendemos por qué Ricardo Ahued reasignó vehículos de la Presidencia Municipal para que sirvieran como patrullas; o sea, que mientras el exalcalde Hipólito tenía a disposición de su oficina 4 autos, la policía municipal xalapeña comenzaba, poco a poco, a perder unidades. Eso si es transformación, bizarra, pero es.
Las y los empresarios ofrecieron al gobierno municipal medio millón de pesos para ayudar que la situación se resuelva rápidamente, el total necesario es de 800 mil, que suponemos saldrá del gobierno municipal. Por respuestas no hubo conflicto, el asunto seguramente se resolverá; aquí lo que llama la atención es que todavía no haya una declaración contundente en la que se plantee imponer sanciones, del índole que resulte, a quienes son responsables y dejaron inhabilitadas las patrullas. Como lo dijimos anteriormente en este espacio, sanamente Ahued comenzó su gestión tomando distancia de su antecesor, ahora falta ver que de verdad pinte su raya y que, del análisis que haga su comisión especial para el análisis del ejercicio de recursos del gobierno municipal anterior, haya resultados, propuestas y castigo legal. Bien por la franqueza de Ahued y Florescano, bien por las y los empresarios que dan un voto de confianza al Ayuntamiento Xalapeño.
La ciudadanía merece una explicación.