Verónica Hernández Giadáns, Fiscal General del Estado, llegó a su tercera comparecencia ante el Congreso Local en medio de una pugna política en el interior de Morena que ha puesto en entredicho el trabajo imparcial de la institución a su cargo.

Personeros del Senador Ricardo Monreal la han llamado el brazo ejecutor de Cuitláhuac García contra opositores. Senadores como Dante Delgado le han llamado a revisar la actuación de fiscales que la antecedieron en el cargo, y que han terminado en la cárcel.

Verónica Hernández Giadáns llegó a la Fiscalía en septiembre del 2019, en medio de un despliegue de grupos antimotines, que le permitieron tomar control de la dependencia. Y este lunes 24 de enero, llegó a su comparecencia arropada por los diputados de Morena, que se dividieron en dos grupos, los que atacaban a los diputados que le lanzaban cuestionamientos y los que le lanzaban lisonjas para cubrir su imagen.

Del Río Virgen

El caso de José Manuel Del Río Virgen llegó a la comparecencia de la Fiscal General de Veracruz (FGE) Verónica Hernández Giadáns, ante el Congreso Local.

Fue Ruth Callejas Roldán, diputada de Movimiento Ciudadano, quien puso el dedo en la llaga.

–La detención de José Manuel del Río Virgen, Secretario Técnico del Senado de la República, no puede ser más que interpretada como una revancha política, a la que desgraciadamente la Fiscalía se está prestando. A esa detención se suman otras, que afectan a partidos políticos de oposición, como Tito “N” (PAN), Gustavo “N” (PRI), Azucena “N” (PRD), Gregorio “N” (PRD) y Rogelio “N”.

Verónica Hernández Giadáns humedeció sus labios con la lengua, dio rienda a su TOC de quitar y ponerse sus lentes, se acomodó las solapas del saco, y respondió:

–Cuando queremos que las instituciones se transformen a veces se lastiman intereses de quienes han generado expresiones arraigadas con el pasado, donde había complicidades, impunidad y corrupción. Contribuir a que exista paz y justicia requiere acabar con impunidad, con privilegios, con complicidades de antaño.

En el recinto hubo aplausos, no efusivos, sino más bien protocolarios, los reglamentarios para acuerpar las palabras de Hernández Giadáns. Y apenas se acallaron, la fiscal volvió al discurso.

–A todos los que usted mencionó se les han respetado sus derechos, y le puedo decir con toda certeza que el trabajo está comprometido con la justicia.

En su intervención, la novel diputada Callejas Roldán, lanzó dos dardos a la fiscal estatal.

– ¿No será que la Fiscalía con la detención de José Manuel Del Río Virgen emprendió una revancha política contra el senador Ricardo Monreal, quien criticó la decisión de mantener en prisión a seis jóvenes encarcelados por ultrajes a la autoridad? ¿La FGE está esperando una recomendación de la CNDH para que acepte que hubo violaciones en los derechos humanos de José Manuel “N”?

Pero Verónica Hernández Giadáns, que en el discurso se deslindaba de toda militancia partidista –“yo no pertenezco a ningún partido político”, diría–, pero en lo simbólico reafirmaba su afinidad al llevar un vestido guinda –color con que se identifica el partido en el poder, respondió:

–La Fiscalía ha actuado porque tiene datos de prueba idóneos y pertinentes de que existe un hecho que la ley tipifica como delito, y que estas personas que han tenido como actividades públicas, existe la probabilidad de que hayan cometido esos delitos.

La Justicia no debe negociarse, no puede haber pactos ilegales para que exista justicia, la justicia no se litiga en medios, no se litiga en este espacio, hay tiempo, lugar y modo para administrar justicia.

Hernández Giadáns dijo que los exabruptos emocionales que se han emitido no le doblegan.

–Estoy firme, fuerte y valiente enfrentando lo que se tenga que hacer –dijo mientras su mano izquierda se aferraba a la muñeca de su mano derecha, prácticamente clavada en el escritorio frente a ella.

Los alcaldes afines a Morena, los trabajadores de la Fiscalía convocados al evento, formaron un coro de aplausos protocolarios para sellar la narrativa oficial.

Delito de ultrajes

–¿Ahora que la CNDH emite una recomendación para eliminar el delito de ultrajes a las autoridad, cuál será la alternativa jurídica para sustituir este tipo penal? Y ¿Cuántos procesados hay de marzo del 2021 a la fecha, por el delito de ultrajes a la autoridad? –preguntó Miguel Hermida Copado, diputado local del PAN, quien llegó barrido a la comparecencia de la Fiscal.

La fiscal terminó de escuchar la pregunta, acomodó por las esquinas las hojas de apuntes puestas en la mesa de comparecencia, y atajó la pregunta de una. Señaló que la recomendación aludida ya había sido aceptada en sus términos, y que la institución a su cargo solo acata la reforma al delito de ultrajes que se hizo en el Congreso Local. Ni una palabra de las cifras solicitadas.

Hermida Copado, de corbata y chaleco azul a tono con el partido en el que milita, usó las palabras de la fiscal, para evidenciar que incrementar la pena en el delito de ultrajes fue un error cometido en el Congreso Local.

–Me queda claro que con su respuesta lo que nos dice es que el tipo penal aquí (en el Congreso Local) se aprobó, y a usted solo le quedó hacerlo valer. Me queda claro que ese error se cometió aquí.

Luego, el legislador, fue a la carga y apoyado en una tablet, preguntó: “El único hay 2 mil 400 personas procesadas por ultrajes, y el delito tiene poco de haberse creado, quizás exista un dato que pueda contratarse con algunos colegios de abogados. ¿Cuántos procesados hay de marzo del 2021 a la fecha, por el delito de ultrajes a la autoridad?

Pero Hernández Giadáns decidió reservarse la cifra.

–La Fiscalía General del Estado es proactiva en la defensa de los Derechos Humanos, tanto de las víctimas como de los presuntos responsables, atenderemos todo tipo de recomendación que en su caso haga la Comisión Nacional y Estatal de los Derechos Humanos y pues no tengo más que decirle que nosotros cumplimos con lo que las leyes vigentes establecen”, señaló Hernández Giadáns, para cerrar su intervención.

Feminicidios

Cinco horas y 15 minutos después del arranque de la comparecencia, más de algún diputado se vio tentado a abandonar el pleno para tomar un descanso, atender alguna audiencia en oficina, tomarse un café. Por eso no sorprendió que cuando Anilú Ingram Vallines (PRI) fue llamada a participar, no se encontrara en el pleno.

–¡Ay, perdón, corrí!, dijo la diputada, quien atravesó corriendo el pleno, hasta su curul. Con respiración agitada y mientras se acomodaba el cabello, soltó una batería de preguntas, donde cuestionó que Veracruz se mantenga en segundo lugar en feminicidios, y que las sentencia del Campo Algodonero, y la convención Do Pará no forman parte de los protocolos para atender los feminicidios, disfrazados de homicidio.

–¿Por qué no siguió el protocolo de clasificar como feminicidio cualquier muerte violenta de mujer? ¿No cree que esta es una manera de bajar intencionalmente la cifra? Toda muerte de mujer debe investigarse como feminicidio, pero ustedes lo clasifican como homicidio, y de facto bajan las cifras, pero la realidad es que están bajando las cifras. Desde su llegada a la fiscalía ¿Cuántos feminicidios han sido reclasificados como homicidios? ¿Cuántas carpetas de investigación por feminicidio se han abierto desde su llegada?

Verónica Giadáns jaló el micrófono hacia ella, se pasó la mano por el cabello, y volvió a su TOC de quitar y ponerse los lentes –se los quita para ver a los diputados que le preguntan a distancia, se los quita para leer los papeles que tiene en la mesa–, enseguida respondió.

–La Fiscalía no reclasifica, quien ha reclasificado son los jueces, cuando nosotros defendemos un feminicidio, y los jueces consideran que no se dan las razones de género para considerar feminicidio la muerte de mujer. yo no maquillo cifras, si usted tiene otros datos, podemos sentarnos y corroborar lo que nosotros tenemos con la información que usted maneja.

Anilú Ingram entregó a la fiscal una tarjeta informativa sobre casos de acoso en la Secretaría de Gobierno. Y una carta de familiares de personas desaparecidas con once preguntas sobre los pendientes de identificación, en las tareas de investigación y la elaboración de un análisis de contexto de los casos.

Los defensores de Giadáns

Los diputados de Morena, Luis Fernando Cervantes Cruz y Margarita Corro fueron los escuderos de Hernández Giadáns durante la comparecencia.

Margarita Corro Mendoza, diputada por Cosamaloapan, lanzó su espada en prenda en contra de los diputados de oposición que cuestionaron por el delito de ultrajes y el caso de Del Río Virgen a la Fiscal Estatal.

–Muchos de ellos fueron funcionarios públicos en su momento, y callaron como momias… Ellos dicen que es una revancha política, pero no, es justicia. Aquí nadie se acuerda de los fallecidos, de los familiares, de los agravios: ¿A quién defendemos?

Mientras hablaba, la legisladora se puso de pie y mostró un cartel:¡justicia para Tierra Blanca! ¡Que pague Tito!

– Mi reconocimiento por esa gran labor al frente de esta institución, me congratula ver que usted, como mujer, a pesar de los riesgo que implica esta encomienda, no se intimida, siempre actúa con la frente en alto. Hoy se advierte una gran diferencia, ya que antes la fiscalía estaba en subordinación.

Mientras pronunciaba esas palabras, Cervantes Cruz tomó una fotografía y la alzó con el brazo derecho. En la imagen de Jorge Winkler Ortiz, fallido fiscal estatal (septiembre del 2019), de rodillas tomando una fotografía con su celular al ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares (2016-2018).

–¡Que Dios la bendiga a usted, y a su equipo, y que vengan más y mejores resultados”.

AVC/Eirinet Gómez

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