En julio del 2018, un accidente automovilístico le arrebató la movilidad en las piernas a la trabajadora de la dirección de Seguridad Ciudadana Municipal Mónica Moreno Martínez, y en estos últimos 41 meses de resiliencia, dedicados al aprendizaje, de ser fuerte todos los días, la también Licenciada en Administración de Empresas pide a la población que jamás vean con lástima a una persona capaz de trasladarse en una silla de ruedas.

Actualmente trabaja en el departamento de Urgencias Médicas y Atención Pre Hospitalaria de la Dirección de Seguridad Ciudadana municipal, y realiza actividades administrativas cómo la captura de datos, información y elaboración de oficios.

Mónica con 31 años de edad, había soñado en su niñez estudiar biología o médico veterinaria zootecnista porque le gusta admirar la vida animal, pero con los años se inclinó por la licenciatura en Administración de Empresas, y asegura que nunca imaginó algún día trabajar cómo policía.

Pero, a Mónica le llamó la atención el proyecto de que en Xalapa se formaría una policía municipal ciudadana, de proximidad, que se acabaría con la corrupción, y los salarios para los que se sumaran superarían los 13 mil pesos, así que atendió el llamado de la convocatoria y el ayuntamiento local que presidía Hipólito Rodríguez Herrero, los envió a preparación a la Academia de Policía Proyecto Mérida en el estado de Puebla.

Fue el 25 de julio del 2018, cuando Rodríguez Herrero confirmó en entrevista sobre el accidente que habían tenido los aspirantes a conformar la Dirección de Seguridad Ciudadana municipal.

Mónica recuerda que acudió a Puebla al curso, y un domingo de descanso acudieron a hacer compras a la ciudad, y cuando venían de regreso tras pedir un ray, se generó el accidente.

“Se nos hacía tarde con un grupo de compañeros, cómo no encontrábamos la manera de regresar, asustados con qué nos fueran a arrestar o castigar, buscamos un transporte para dirigirnos a la academia. Una persona accedió se ofreció a llevarnos, éramos varios”.

Sin quebrarse emocionalmente y con gesto de firmeza, Mónica continuó el relato del accidente que le arrebató la movilidad de las piernas, “durante el transcurso del viaje, la camioneta volcó, todos mis compañeros salieron volando prácticamente de la camioneta y sólo recuerdo que me sujeté y cuando vi estaba en el piso, ya no podía mover, no perdí la conciencia, pero sí consideré que algo grave me había pasado”.

De inmediato llegaron paramédicos de la Academia de Policía de Puebla y esa noche llegó el anterior exdirector de la policía municipal de Xalapa Julio César Sánchez Amaya, refirió.

De julio del 2018 y hasta el año 2019, Mónica continuó los estudios en línea, continuó con tratamientos médicos y terapias con el propósito de recuperar la movilidad de sus piernas, pero no hubo avances en la salud.

“Me hicieron cirugía, me trasladaron a Xalapa, asistí a mis terapias y a pesar de la situación muy difícil que pase continué con terapias físicas, con la capacitación de la academia tuve que terminar de estudiar en línea”.

Los años 2019, 2020, 2021 han sido una batalla que libra a diario Mónica, en la que enfoca su pensamiento, actitud, voluntad y fuerza para continuar y demostrarse a ella misma que la vida diaria, la profesional, la familiar, la laboral debe continuar, sólo que ahora lo hace desde una silla de ruedas.

“Ser resciliente, mi oración diaria es ser fuerte, fuerte, fuerte, y tener una coraza de hierro y resistir a pesar de la situación quitarme el tabú de ¡Ay me da pena que me vean en silla! No, yo soy cómo cualquier persona sólo, que realizó mis actividades en una silla y nada me limita, tengo mucha fortaleza y a pesar de la situación nada me hiere o me lastima” resalta.

Para poder seguir después de haber sufrido un accidente, y de haber caminado por 28 años, sin necesitar la ayuda de terceros, Mónica ha echado mano de terapias psicológicas, y la fortaleza la saca de su interior, misma que es enmarcada por el amor de su familia y de su hermana María Goretti que ha estado acompañandola en el proceso de una nueva vida.

“No es permitido la dosis de compasión, no es que te vean en silla de ruedas y tengan lastima. Es ser empático y nada más; nada de decir ¡Ay pobrecito está en esa silla! ¡Ay pobrecita de ti! Nada de esas palabras debemos permitir” destacó la mujer xalapeña, y que después del accidente, vino la separación con el hombre que había su pareja por varios años.

Ahora que se conduce a través de una silla de ruedas, Mónica se ha enfrentado a espacios en los que no hay acceso, en los que unos escalones impiden continuar, y tampoco se cuenta con un transporte que ayude a a trasladarse a las personas con discapacidad de movilidad.

Por ello, refiere que es necesario recibir y pedir ayuda cuando sea necesario.

“Me enorgullece que a pesar de todas las situaciones y el cambio tan gradual que tuve estoy fuerte he salido adelante gracias al apoyo de mi familia y mi hermana María Goretti soy una persona independiente y eso me da alegría puedo hacer mi actividades sola y claro cuando lo necesito pido ayuda es válido pedir ayuda y soy independiente me siento orgullosa, soy una profesionista me siento realizada” aseguró.

Mensaje a los ciudadanos y ciudadanas

“Seamos empáticos siempre sólo empáticos, cuando vean a una persona en silla de ruedas con discapacidad no volteen a otro lado sino quieren ayudar, no nos miren con una mirada de tristeza, sólo seamos empáticos la inclusividad tiene que dejar de ser inclusividad, la incapacidad debe dejar de ser marcado porque todos somos iguales” finalizó la licenciada en Administración de Empresas.

AVC

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