Hace un mes, a principios de noviembre, ante la pregunta de una reportera acerca de una balacera ocurrida en el puerto de Alvarado, donde elementos de la Secretaría de Seguridad Pública rescataron a 46 migrantes centroamericanos que estaban secuestrados por un grupo delincuencial, el gobernador Cuitláhuac García respondió, en clara alusión al munícipe saliente, Bogar Ruiz Rosas, y a la alcaldesa entrante de Morena, Lizzette Álvarez Vera, que “estamos indagando si existen autoridades municipales involucradas en estos hechos delictivos, y también lo digo con toda responsabilidad, de la autoridad electa, independientemente de qué color venga…”
García Jiménez señaló directamente también al presunto cabecilla de la banda criminal conocido por el alias de “el Gordo Frank”, a quien describió como un delincuente “de medio pelo”, pues dijo que “tampoco vamos a darle la importancia que no tiene”, aunque señaló que “sí está causando zozobra en la zona” y que “ya lo fijamos como un objetivo, se mueve fuera del estado”.
“Como ya lo había dicho aquí, nosotros no solamente vamos por los charales, también vamos por los peces gordos. Entonces estamos tras él, por la presunción también de muchos delitos…”, afirmó.
Y es que, además, el mandatario estatal cuestionó: “Vamos a indagar por qué se mueven de arriba para abajo y ni un alertamiento siquiera a nosotros. Vamos a estar pendientes. ¿Cómo es posible que puedas privar de la libertad a 46 migrantes y nadie se entera? Nosotros somos los que nos enteramos y tenemos que actuar. ¿Y los demás? ¿La policía municipal? ¿A poco la policía no sabe quién es el ‘Gordo Frank’ y qué es lo que hace?”
El gobernador mandó una advertencia contundente a los ediles recién electos, incluidos los de su partido: “También exhorto a las autoridades electas municipales de Alvarado para que no se relacionen con estas bandas, porque como lo hemos demostrado varias veces, nosotros no tenemos miramientos especiales para quienes infringen la ley. La ley se aplica parejo. (…) Liberamos a las personas, pero estamos obligados a seguir indagando porque recuerden que Alvarado es un puerto pequeño y pequeñas embarcaciones pueden también entrar desde Campeche…”
Comentó que “esta ruta también la vamos a indagar y en la primera oportunidad que pueda hablar con la gobernadora de Campeche (Layda Sansores, de Morena) le voy a platicar sobre el tema, que estamos interesados en ese tema, en ese hecho”.
Y aunque previamente había dicho que el “Gordo Frank” era un capo “de medio pelo”, detalló que “nomás para que se den una idea”, durante el rescate de los 46 migrantes cautivos “se encontraron una camioneta marca Nissan, una motocicleta, un vehículo marca Jeep, cuatro chalecos tácticos, seis cargadores abastecidos, un radio portátil y un casco”.
“Eso te da idea de que el nivel delictivo de esas personas es otro, no son los ‘polleros’ que conocemos o que hemos oído”, puntualizó Cuitláhuac.
Sin embargo, a diferencia de Lerdo de Tejada, donde acaban de atrapar a un pez gordo, en Alvarado no ha caído hasta ahora ni charal ni mojarrita.
La cloaca de lerdo
Por cierto, nos dicen que en las oficinas de la Fiscalía General de la República (FGR) de la Ciudad de México tienen información bastante delicada acerca de lo que ha venido ocurriendo en la región de Alvarado y Lerdo de Tejada.
Según lo que nos comentan, estaría por detonarse un escándalo mayor que el generado por la detención de Jorge Fabián Cárdenas Sosa, alcalde electo de Lerdo, pues involucran a un “narco-notario” de esa cabecera municipal emparentado con una altísima funcionaria de la Fiscalía General del Estado, el cual ha sido denunciado por la familia de un ex poderoso ex diputado local y federal del PRI, con gran ascendiente también en la dirigencia estatal del PVEM en Veracruz, ya que el cuestionado fedatario público presuntamente se habría prestado a validar escrituras falsas para despojar a los legítimos propietarios.
Dicho notario, señalan, siempre se ha ufanado de presumir su cercanía con Jorge Fabián, así como con el alcalde electo de Ángel R. Cabada, Julio César García Machucho, ambos allegados al presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXVI Legislatura local, Juan Javier Gómez Cazarín, aunque el coordinador del grupo legislativo de Morena reniegue ahora de su amistad.