“¡Paty sigue siendo alcaldesa¡” Yo
Hay dos hipótesis que se manejan en torno a la justificación del odio que muestra el presidente Andrés Manuel López Obrador, con los medios de comunicación, excepción de La Jornada que ha caminado a su lado desde el inicio del movimiento de la 4T.
La primera es que cuando AMLO arrancó su aventura política más de 20 años atrás, dejando al PRI y luego al PRD para emprender la lucha contra un grupo de políticos tanto del PRI como del PAN que habían detentado el poder durante ochenta años, los medios de comunicación en general o no lo tomaron en serio o fueron usados como instrumento de choque para contrarrestar el naciente lopezobradorismo. Qué buenos recuerdos puede tener el presidente de los medios que le cerraron las puertas y a sus incendiarios discursos le contestaban con un baño de madrazos de todos los calibres que lo hacían tambalearse, aunque no se cayera.
La otra: si más de treinta millones de mexicanos votaron por él para qué demonios necesitaba de los medios de comunicación si se había convertido en el mesías, en el ídolo de las mayorías, entonces no había necesidad de invertir en medios si su palabra era (según él) sagrada.
Y nada peor para un político que enfrentarse así, con esa arrogancia, con los medios de comunicación. Ningún argumento alcanza para justificar un desaire o un trato despótico como el que tiene AMLO para con los medios.
La desinformación, que es lo que quiere provocar la actitud de los militantes de la 4T no se combate con censura, sino con unos medios de comunicación libres e independientes y una sociedad civil fuerte. Los medios de comunicación son el pilar de la democracia, sin ellos el autoritarismo, la descomposición social y el desastre.
La 4T debe reconocer que la libertad de expresión constituye uno de los derechos humanos reconocido en diversos instrumentos internacionales de los que México es Parte: en el ámbito de las Naciones Unidas la Declaración Universal de Derechos Humanos y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y en el Sistema Interamericano, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, la Declaración Americana sobre los Derechos y Deberes del Hombre y la Declaración de Principios sobre la Libertad de Expresión.
A nivel interno, la Constitución Mexicana establece las garantías que tiene toda persona en cuanto a manifestar sus ideas, escribir y publicar escritos sobre cualquier materia, y dispone la obligación del Estado de proteger dichos derechos.
En reiteradas ocasiones se ha afirmado el compromiso de México por garantizar la libertad de expresión y, por consiguiente, el pluralismo que ejercen los medios de comunicación.
El respeto a la libertad de expresión y de prensa es un elemento central de las políticas públicas, que se aborda tanto en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012 como en el Programa Nacional de Derechos Humanos 2008-2012. En ambos instrumentos se ratifica la determinación del gobierno federal de propiciar mejores condiciones de seguridad para el desempeño de la labor periodística, en el entendido de que la libertad de expresión es fundamental para la consolidación del Estado democrático en México.
¿Cómo les fue a Duarte y a Yunes?
En este espacio hemos mencionado dos casos, patéticos, de políticos que se sintieron suficientes para gobernar sin los medios de comunicación.
El primero es el de Javier Duarte de Ochoa, quien poco más de medio año de concluir su mandato Constitucional, por recomendación quien sabe de quién, o por ocurrencia propia porque se sintió sobrado para manejar la aldea, dio la a sus colaboradores de cortar todo tipo de relación con los medios de comunicación. Y así fue que dejó de cumplir compromisos publicitarios con muchos medios a los que quebró literalmente; los que sobrevivieron se encargaron de denunciar todos los abusos en que incurría los duartistas, de tal forma que de ser un gobernante mas o menos tolerable se convirtió en un peligros enemigo de los medios de comunicación, y vean donde sigue para satisfacción de los periodistas veracruzanos que siguen ejerciendo su oficio mientras el otro se consume en una celda del penal donde está recluido en la ciudad de México.
El otro, o el segundo es Miguel Ángel Yunes Linares, un político sobrado para una aldea como la nuestra. Los malos tratos que recibimos de Duarte se cobraron en la campaña de Yunes. Todo lo que el panista decía cuestionando o denunciando la corrupción del duartismo, era de ocho columnas en todos los medios y motivo de sangrientos análisis en las columnas o artículos de fondo que se publicaban.
Yunes Linares cometió el error de tomar distancia de los medios apenas ganó la elección. Alguien le recomendó que con las redes sociales era suficiente para que se comunicara con la sociedad que no valía la pena socializar con los periodistas y menos contratarles espacios publicitarios. El agravio fue cobrado como ha sucedido siempre, los medios se inclinaron hacia la campaña de AMLO en la que estaba trepado el gobernador Cuitláhuac y sus colaboradores, y corriendo riesgos muy serios en los que se puso de por medio la integridad física, empujamos a la 4T al triunfo en la presidencia y la gubernatura.
La soberbia, la ignorancia, la prepotencia y la ambición desmedida, que hace sentir a los políticos por encima de todos, incluyendo los medios de comunicación que representan la libre expresión de las ideas, hacen caer a cualquiera, como dijera el maestro Porfirio Muños Ledo, se desinflan o se ponchan.
Los corruptos de la 4T
Lo volvemos a repetir cuantas veces sea necesario: decían que eran distintos y resultaron ser peores. La Fiscalía General de la República (FGR) y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) dieron a conocer, a través de dos diarios de mayor circulación, filtraciones sobre investigaciones contra quienes las encabezaron los últimos tres años. La FGR recibió una denuncia anónima por presunto enriquecimiento ilícito del extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), Santiago Nieto Castillo, mientras que esta institución reveló una investigación contra el actual fiscal general, Alejandro Gertz Manero, en la que apunta que gastó más de 109 millones de pesos en un solo año.
Reforma informó este lunes que el 2 de diciembre se presentó la denuncia anónima sobre el presunto enriquecimiento ilícito de Nieto ante la FGR y la Oficialía de Partes selló de recibido con el folio 00951. Lo anterior ya que durante los 25 meses que Santiago Nieto fue titular de la UIF adquirió cuatro propiedades y un auto de lujo por un monto de 40 millones de pesos, aunque su sueldo neto fuera de 107 mil 358 pesos.
Por otro lado, el mismo día El Universal divulgó un informe de la UIF, en el que se documenta la riqueza de Gertz Manero y revela que en ocho años el fiscal obtuvo recursos que le permitieron gastar más de 109 millones de pesos en un solo año.
Según el diario, el fiscal gastó el dinero en la compra de automóviles de lujo y en realizar transferencias bancarias internacionales entre 2013 y 2014, así como el manejo de montos millonarios en cheques y dinero en efectivo.
Un estudio consultado por Reforma y que fue entregado a autoridades federales para la revisión de la situación patrimonial de Nieto, realizó una simulación de los créditos hipotecarios de las propiedades e indicó que los montos mensuales de todos los créditos serían de unos 313 mil pesos, equivalente al triple de su salario como titular de la UIF.
De acuerdo con una investigación de la UIF, revelada por El Universal, Alejandro Gertz Manero gastó más de 109 millones de pesos en un solo año. Primero, entre 2014 y 2015 se detectó la compra de “122 vehículos de lujo por 109 millones 775 mil 399.30 pesos”, entre los que destaca la marca Mercedes-Benz y Rolls-Royce.
Además, hubo envíos por 4 millones 319 mil 755.60 pesos y tuvieron como destinataria a Mercedes Gertz en una cuenta de Wells Fargo, en Estados Unidos, con el concepto de “abonos para gastos”. Según el informe revelado, en 2013 el fiscal general transfirió a España 103 mil euros, que equivalen a 2 millones 400 mil pesos al tipo de cambio actual, a una cuenta a nombre de Desarrollo de Organizaciones Inmobiliarias S.A. de C.V… ¿Y así se dicen distintos?.
Reflexión
Quien nos cuestiona que si para ser mal periodista hay que estudiar periodismo, lo que es una falacia, le respondemos que tiene razón, lo pendejo se trae de nacimiento. Ya no necesita ir a una Facultad de Comunicación para empezar a embadurnar cuartillas… adelante.
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