Las personas que se vacunan contra el coronavirus no solo tienen menos probabilidades de morir a causa del virus, sino que también tienen menos probabilidades de morir por cualquier otra causa durante los meses siguientes a la inmunización. Así lo ha revelado una investigación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus iniciales en inglés).
El estudio tenía la intención de demostrar que las vacunas contra el COVID-19 que han sido autorizadas en el país son seguras, y los expertos lo han conseguido. Como conclusión, los investigadores destacan en dicho estudio que “los receptores de las vacunas Pfizer-BioNTech, Moderna o Janssen tenían un riesgo de mortalidad sin COVID-19 más bajo que los grupos de comparación no vacunados”.
En declaraciones a la CNN, Stanley Xu, investigador y director del equipo del estudio, ha añadido además que la investigación refleja que “las personas vacunadas contra el coronavirus tenían tasas de mortalidad más bajas que las que no estaban vacunadas, incluso cuando se excluyeron las muertes por COVID”.
Eso se suma, destaca el experto, a la creciente evidencia de otros estudios que muestran que “las vacunas COVID-19 son efectivas contra la infección por COVID-19, enfermedades graves y la muerte “.
Más concretamente, se estudió a 6,4 millones de personas que habían sido vacunadas contra el coronavirus y las comparó con 4,6 millones de personas que no habían sido vacunadas contra el coronavirus. De esta manera, se demostró que “entre diciembre de 2020 y julio de 2021, los receptores de la vacuna COVID-19 tuvieron tasas más bajas de mortalidad no relacionada con COVID-19 que las personas no vacunadas después de ajustar por edad, sexo, raza y etnia, y el lugar del estudio”, según se indica en el citado texto.
Una de las explicaciones que los investigadores encuentran a estos resultados tiene que ver con que probablemente las personas que se vacunan tienden a ser más saludables que las personas que no lo hacen. “El menor riesgo de mortalidad después de la vacunación COVID-19 sugiere efectos sustanciales en las personas vacunadas saludables (es decir, las personas vacunadas tienden a ser más saludables que las personas no vacunadas), lo que se explorará en análisis futuros”, han indicado en el informe.
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