Este fin de semana coincidieron en el sur de Veracruz dos aspirantes de Morena a la gubernatura, los cuales estuvieron en eventos separados: la secretaria de Energía, Rocío Nahle, acuerpada por el presidente Andrés Manuel López Obrador en su visita a la refinería de Minatitlán, y Sergio Gutiérrez Luna, presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, quien se reunió con empresarios y periodistas.
El abogado minatitleco ha levantado la mano pero a sabiendas de que ante Nahle no tiene muchas posibilidades de ser candidato, a menos que de última hora la ex diputada federal por Coatzacoalcos y senadora con licencia fuera víctima de otro “carbonelazo”, como el que protagonizó en la sucesión estatal de 1974 el entonces subsecretario de Gobierno, Manuel Carbonell de la Hoz, cuya nominación oficial del PRI sólo duró un día, pues en cuestión de horas fue designado candidato el diputado federal por Misantla, Rafael Hernández Ochoa, ex secretario de Trabajo.
Esta anécdota confirma que en política no hay nada definitivo. Ahí están también, por ejemplo, las sustituciones que en los procesos electorales locales de este año tuvo que hacer Morena en las candidaturas a los gobiernos de Michoacán y Guerrero.
Nahle, ya se sabe, es la candidata preferida del presidente López Obrador, el cual la acaba de comprometer a entregar la nueva refinería de Dos Bocas, Tabasco, dentro de nueve meses.
Pero en Veracruz, el estado que aspira a gobernar, ha resurgido un movimiento popular que le hará bastante ruido a la secretaria de Energía en los próximos dos años, previo a la selección del candidato a la gubernatura.
Este jueves 23, cientos de manifestantes de la asociación civil “La Leyenda de Chucho el Roto” bloquearon la carretera federal Xalapa-Veracruz para exigir una reclasificación de las tarifas eléctricas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), argumentando que habitantes de 15 municipios son la fuerza trabajadora de la Central Nucleoeléctrica de Laguna Verde.
Su líder, Francisco “El Potro” Fernández Morales, un ex diputado local del PAN que en el proceso electoral de este año estuvo muy cerca de la alcaldesa electa de Actopan, Mary López, de Morena, reclamó el mismo trato que el gobierno del presidente López Obrador dio a sus paisanos tabasqueños, a los que en 2019 les condonó una deuda de 11 mil millones de pesos.
Hace un año, el ex senador y ex diputado federal priista Héctor Yunes Landa reveló que todavía en octubre de 2017 él y “El Potro”
Fernández se reunieron con el entonces director de la CFE, Jaime Francisco Hernández, y con el director de Conagua en Veracruz, César Triana Ramírez, para analizar la viabilidad de una reclasificación de tarifas eléctricas en beneficio de más de 350 mil veracruzanos que habitan en un radio de 41 kilómetros en torno a la planta nuclear.
Este tema le pegará políticamente a la secretaria de Energía, quien en junio de 2020, durante una gira de López Obrador en Coatzacoalcos, fue entrevistada al respecto y respondió tajante que no habrá reducción o condonación del cobro por consumo de energía eléctrica en esta entidad.
En contraparte, su ex camarada en el Senado, Ricardo Ahued, también aspirante a la gubernatura, había declarado cuatro días atrás al Diario de Xalapa que ante la pandemia del coronavirus el gobierno federal “debe ser sensible al terror económico que se imprime al pueblo a través de las altas tarifas de electricidad en Veracruz”.
Hace un año, después de renunciar a la Administración General de Aduanas, Ahued se comprometió a retomar nuevamente la exigencia de los veracruzanos para lograr tarifas homologadas como lo hicieron Yucatán y Tabasco, remarcando que “pueden confiar que tienen una voz en el Senado que no se calla”, pero en marzo pasado decidió separarse de su escaño para contender como candidato de Morena a la alcaldía xalapeña.
¿Retomará esta bandera también el diputado federal Gutiérrez Luna, cuando pase por la Cámara baja del Congreso de la Unión la anunciada Reforma Eléctrica?