“A nivel nacional, la pobreza y la pobreza extrema en niñas y niños en infancia temprana aumentó en casi dos puntos porcentuales en los últimos dos años, y esta situación tendrá un significativo impacto en los niveles de productividad, desempeño escolar, salud pública y aumento de la inseguridad en el futuro inmediato del país. La situación de nuestro estado es muy preocupante ya que está en los lugares más altos en el ranking”, declaró María Claudia Martínez Martínez, vocera del Pacto por la Primera Infancia en Veracruz, al dar a conocer los resultados de un análisis realizado por esta organización, de acuerdo con los datos de la reciente estimación de pobreza multidimensional 2018-2020, elaborada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
Señaló que para comprender estos datos es necesario entender la diferencia entre pobreza y pobreza extrema. “Una persona está en situación de pobreza cuando presenta al menos una carencia social y no tiene un ingreso suficiente para satisfacer sus necesidades, y está en pobreza extrema cuando tiene un ingreso inferior al valor de una canasta alimentaria y tiene tres o más carencias sociales”, explicó.
Subrayó que entre 2018 y 2020, el porcentaje de la población menor de seis años en condición de pobreza en el país aumentó del 52.5% al 54.3%, en tanto que el porcentaje en condición de pobreza extrema se incrementó del 9.9% al 11.8%. “En pocas palabras, la pobreza afecta con mayor magnitud a las niñas y niños más pequeños”, enfatizó.
El incremento observado a nivel nacional se agudizó en una buena parte de las entidades federativas. En el caso de la pobreza, en 20 de las 32 entidades se incrementó el porcentaje y en 13 de ellas la prevalencia es superior al promedio nacional. “Veracruz siempre está en los primeros cinco lugares de aquellas entidades que incrementaron sus porcentajes e incluso se encuentra por arriba de la media nacional”, destacó.
En cuanto a los mayores porcentajes de pobreza en la población de Primera Infancia se identifica a cinco entidades federativas: Chiapas (83.6%), Guerrero (75.6%), Oaxaca (70.6%), Puebla (69.6%) y Veracruz (69.3%). Los mayores números absolutos de niñas y niños menores de seis años en pobreza se ubican en las entidades de Estado de México, Chiapas, Veracruz, Puebla y Jalisco.
En cuanto a los mayores porcentajes de pobreza extrema en la población de Primera Infancia se identifica a cinco entidades federativas: Chiapas (36.3%), Guerrero (33.8%), Oaxaca (25.6%), Veracruz y Campeche, ambos con 16.9%. En relación al mayor número de niñas y niños menores de seis años en pobreza extrema se ubican los estados de Chiapas, Estado de México, Guerrero, Veracruz y Oaxaca.
Por otra parte, en cuanto a las carencias sociales, se identifica que la Primera Infancia las padece con mayor magnitud que el resto de la población mexicana. Se destaca que en el periodo 2018-2020, el rezago educativo se incrementó de 12.9% a 14.8%; la carencia por acceso a los servicios de salud prácticamente se duplicó al pasar del 17.6% a 31.1%; y la carencia por acceso a la alimentación nutritiva y de calidad creció de 23.7% a 24.3%.
Es importante mencionar, que la carencia por acceso a la seguridad social, afecta con mayor proporción a la Primera Infancia: a seis de cada diez niñas y niños menores de seis años.
Asimismo, en el periodo se extendió la vulneración de derechos en la Primera Infancia, al incrementarse, por una parte, el porcentaje que sufre tres o más carencias, al pasar de 22.2% a 26.2% y, por otra parte, decrecer el porcentaje de menores de seis años que se consideran como no pobres y no vulnerables.
“El deterioro del nivel de bienestar de las niñas y los niños veracruzanos es alarmante, pues afecta de manera directa sus capacidades, todo su desarrollo físico y cognitivo”, destacó la vocera del Pacto por la Primera Infancia en la entidad.
Resaltó como imperativo que el Gobierno del Estado, en apego a los compromisos nacionales e internacionales, incremente de manera sustancial la inversión en Primera Infancia, además de llevar a cabo de manera inmediata acciones coordinadas por parte de los sectores de gobierno vinculados al bienestar, la salud y la educación. “Sólo así podremos avanzar de manera efectiva en garantizar que todas las niñas y niños veracruzanos puedan ejercer plenamente sus derechos, priorizando a aquellos que se encuentran en situación de pobreza y vulnerabilidad social”, concluyó.