La noche comienza suave y con una plática sobre temas triviales, la música punk, la guerra de Vietnam y los discursos políticos. Todo normal en un ambiente estudiantil y de jóvenes xalapeños.
Rondan algunos vasos de cerveza y los cigarros de una marca barata que saben y huelen un poco a tabaco y un mucho a metal, dando la sensación de haber mordido un papel aluminio con los que se envuelven alimentos.
De pronto suena un celular de manera discreta y casi misteriosamente una chica de escasos 40 kilogramos que minutos antes se arreglaba con maquillaje frente a un espejo, sale hacia la calle y se encuentra con un taxi con quien minutos antes arregló una entrega de una dosis de cristal, la droga barata que poco a poco ha inundado las calles de México y tiene en Xalapa un peligroso epicentro que ataca sobre todo a población joven.
La joven, a quien llamaremos Tania para preservar su anonimato, muestra una pequeña bolsa donde reposa medio gramo dividido en 5 fragmentos mínimos de rocas transparentes que se desgranan en pequeños cristales que brillan y revelan afilados bordes. El costo ronda los 150 pesos.
-Esto es medio gramo- comenta Tania, mientras machaca con una tarjeta de crédito los pequeños gránulos formando líneas brillosas en un espejo. Los otros 5 ocupantes de la casa observan pacientemente la habilidad de preparar las líneas de cristal y siguen hablando de diversos temas y contemplando sus cervezas.
No es el modo tradicional de consumir esta droga. Usualmente se fuma a través de pipas o focos con los que se libera el humo y gases que desprende su combustión, sin embargo, Tania prefiere aspirarlos porque le afecta menos y el efecto es más rápido.
El cristal no es una droga nueva ni mucho menos, todo lo contrario, en las últimas 3 décadas se ha popularizado su consumo por ser más barata que la cocaína y porque sus efectos son tan extremos como devastadores en quienes lo consumen, llegando a niveles de adicción bastante críticos y a tener consecuencias físicas como la amnesia, pérdida de peso, paranoia y depresión cuando ya el consumidor tiene una dependencia a esta sustancia.
A diferencia también de otras drogas sintéticas, su elaboración es muy fácil y los ingredientes pueden ser adquiridos en farmacias o tiendas de químicos para limpieza y de hecho los lugares o laboratorios caseros están muchas veces dentro de la ciudad y son movibles para mantenerse fuera del radar de las autoridades.
Los expertos han llamado a esta droga: “La cocaína para los pobres” y advierten que puede llegar a ser un infierno para los consumidores. Un dealer ya retirado y en el anonimato comentó que de todas las drogas esta es la más peligrosa pero también la que más dinero deja y existe un doble peligro porque es de fácil acceso a la población vulnerable y de bajos recursos como lo son niños de la calle, adolescentes y también estudiantes foráneos que llegan a la Universidad y quieres probar nuevas cosas o adaptarse al ambiente de la ciudad, según sus palabras.
La adicción a esta sustancia no es fácil de quitar. Los expertos advierten que la adicción puede generar graves conflictos para las familias, quienes no siempre cuentan con la capacitación para lidiar con un problema tan grande que poco a poco ha invadido esta ciudad capital y literalmente consume a una parte considerable de la población que se encuentra bajo la adicción.
El consumo de drogas en Veracruz
El diagnóstico del consumo de drogas el área de influencia del Centro Integral Juvenil Xalapa que fue publicado en 2018, revela que en relación al consumo nacional de drogas ilegales en los últimos años se ha observado un continuo y preocupante aumento, en el año 2008 era del 5.2%, en el 2011 era de 7.2% y en el 2016 se elevó a 9.9% (alguna vez en la vida).
En el caso del estado de Veracruz, el uso de cualquier droga “alguna vez en la vida” se identifica por debajo de la media nacional; 9.2% en el estado, (hombres 15.0% y 3.9% mujeres). El uso de alguna vez en la vida de drogas médicas, fuera de prescripción, fue de 1.9%, superior a la media nacional (2.2% en hombres y 1.5% en mujeres). En el caso de drogas ilegales el consumo se ubica por debajo de la media nacional con 8.5%, (14.7% hombres y 2.7% mujeres).
En cuanto al uso de drogas alguna vez en la vida en la población etaria de 12 a 65 años en el Estado de Veracruz destacan por orden de importancia el consumo de marihuana 7.5% (13.2 hombre y 2.3% mujeres), cocaína 3.2% (5.7% hombres 0.8% y mujeres), y estimulantes tipo anfetamínico 0.5% (1% hombres y .0.1% mujeres), estas cifras por debajo de la media nacional.
AVC