El 29 de junio, el ex presidente sudafricano Jacob Zuma fue condenado a 15 meses de prisión por corrupción durante su presidencia. Zuma, la primera persona de etnia zulú en ocupar el cargo más alto del país, tiene seguidores leales, pero también muchos detractores, que culpan a la corrupción de su administración por la economía estancada y la democracia debilitada.
Zuma no se entregó hasta el 7 de julio, afirmando que era inocente y que, a sus 79 años, la cárcel podía matarlo. En cuestión de horas, se informó de protestas y saqueos generalizados, especialmente en su ciudad natal Durban (Sudáfrica), cuando los partidarios de Zuma se colocaron alrededor de su base y desafiaron a la policía. Esa violencia ha provocado al menos 215 muertes y más de 2.500 arrestos.
Para los sudafricanos como Amith Gosai, resultaba difícil hacer un seguimiento de lo que estaba pasando sobre el terreno. Sus chats de WhatsApp se inundaron de mensajes y creaban confusión. Luego, vio una nota en el grupo de WhatsApp de su comunidad instando a los vecinos a unirse a una especie de canal de vigilancia del barrio en la app de “walkie-talkie” Zello, que se está convirtiendo rápidamente en una herramienta para la comunicación de las protestas.
A través de mensajes de Twitter, explica: “Nos ayudó muchísimo a crear conciencia en la comunidad, así como a sofocar los temores”. Gosai, que también es de Durban, fue una de las 180.000 personas que descargaron Zello tras el arresto de Zuma. Los usuarios se suscriben a los canales para hablar entre sí, enviando archivos de audio en directo que son accesibles para cualquiera que escuche ese canal.
La app Zello fue diseñada originalmente para ayudar a las personas a comunicarse y organizarse después de los desastres naturales. Con wifi o una conexión de datos, las personas pueden usar la app para transmitir su ubicación, compartir consejos y comunicarse con los equipos de rescate y supervivientes después de un huracán, una inundación u otra emergencia. En EE. UU., Zello encontró tracción en los esfuerzos de rescate del huracán Harvey en 2017. Según el vicepresidente de Operaciones de Zello, Raphael Varieras, la app también se utiliza por taxistas, trabajadores de ambulancias y personal de reparto que quieren enviar mensajes de voz con manos libres. Como Zello es una plataforma principalmente de voz, es más rápido enviar mensajes de esa manera que escribir y no requiere ningún nivel de alfabetización.
Pero los recientes acontecimientos sugieren que el uso de Zello también es cada vez mayor para conectar a las personas en zonas de disturbios. A las pocas horas del último conflicto entre Israel y Palestina, las descargas de la app se dispararon a 100 veces su tasa habitual, por ejemplo. Y Cuba también vivió un aumento en las descargas durante las protestas por la escasez de alimentos y medicinas. Como era de esperar, esto ha llevado a algunos países como China, Venezuela y Siria a prohibir la app.
Los sudafricanos recurren cada vez más a Zello para coordinar las ambulancias ad hoc y patrullas de barrio, ya que no existe un sistema oficial de respuesta a emergencias como el 091. Un canal, South Africa Community Action Network, cuenta con 11.600 miembros de pago que donan dinero para los servicios de emergencia como ambulancias, junto con más de 33.000 miembros que no pagan, según una publicación de blog en el sitio.
Un usuario de Twitter en Sudáfrica con el que hablé (que pidió el anonimato por la peligrosa situación actual) dijo que algunas personas usaban Zello para averiguar qué casas y escaparates podrían saquear, mientras que otras seguían la app para saber si debían huir o quedarse ahí donde estaban.
Otro usuario, Javhar Singh, explicó a través de Twitter que usaba la app como “comunicación directa entre los miembros de la comunidad para informarnos sobre el paradero de los saqueadores”, y añadió: “Es mucho más rápido que las noticias”.
Algo que resulta crucial en una situación tan tensa es que Zello es anónimo. “La gente no tiene acceso al número personal de teléfono como en WhatsApp”, resalta Gosai.
La rapidez, el anonimato y la intimidad mediante la voz hacen que Zello parezca urgente. Pero esas mismas características podrían promover la desinformación, algo que Zello no controla actualmente; cualquiera puede usar la app en cualquier momento para decir lo que quiera. De hecho, se utilizó para planificar y llevar a cabo la insurrección del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos.
La popularidad de Zello en Sudáfrica también demuestra que el audio online no es solo una moda de 2020. Las salas de chat de audio en Clubhouse y Discord se basan en la idea de que la gente quiere hablar sobre los intereses comunes, y Facebook y Twitter están probando activamente el audio en directo en sus plataformas. Pero la audiencia general de Zello no se queda el tiempo suficiente para conocer a los demás usuarios: lo que busca son las noticias, de forma rápida y sin filtros.
“Hay un largo historial de Zello como una app de referencia en tiempos de crisis”, afirma el director ejecutivo de la compañía, Bill Moore. En Sudáfrica y en otros lugares, eso significa cada vez más que de mucho más que desastres naturales.
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