Actualmente la tecnología y su evolución provocan que cada vez existan más objetos que funcionan de forma autónoma y que no necesitan de ningún piloto para ser manejadas. Aun así, aún hay sistemas que necesitan ser controlados.
Inglaterra ha invertido casi cinco millones de dólares en un programa que le permitirá desarrollar una serie de proyectiles que podrán hablar entre sí. Este nuevo proyecto de armas tecnológicas supone un paso al frente y un avance en el ámbito militar.
El progreso del control remoto
Hace más de 50 años que se comenzaron a inventar armas por control remoto que se debían manejar por una persona, pero nunca de forma automatizada.
Sin embargo, en la actualidad la tecnología permite el desarrollo de armas que permiten compilar información, valorar circunstancias y cambiar decisiones en el último momento para conseguir los propósitos que los cuerpos militares deseen. Para que estas armas sean poderosas y se puedan aprovechar lo máximo posible, hay que hacerlas funcionar entre varias personas.
Existe un problema claro de comunicación, ya que las personas que controlan estos dispositivos pueden comunicarse entre sí, pero un artefacto disparado que se mueve de forma autónoma no puede hablar con otro dispositivo.
Por tanto, esto impide a los misiles adecuarse a cada momento y realizar un análisis de lo que está ocurriendo en el momento y actuar ante ello. Inglaterra investigará con el fin de poder crear tecnologías que permitan que estos artefactos tan potentes dispongan de un sistema de comunicación.
Aunque se hayan invertido casi cinco millones de dólares, este plan de desarrollo forma parte de otro presupuesto de I+D que el país británico está llevando a cabo.
Las ventajas de la intercomunicación
Se tiene pensado que en unos años esta tecnología se haga realidad y podamos ver misiles que se intercomuniquen que faciliten las misiones militares. Desde abril de este año este plan se está llevando a cabo.
Esta tecnología podría hacer mejor a los procedimientos que existen a día de hoy e incluso hacer que mejore su actuación. Se espera que cuando se desarrolle está nueva forma de comunicación entre artefactos y se optimice al máximo para un rendimiento óptimo, los misiles tengan la capacidad de reacción ante cualquier situación inesperada que pudiera ocurrir.
A día de hoy los misiles pueden hablar entre si gracias al soporte con el que funcionan, pero eso no es sinónimo de que puedan comunicarse entre sí. La meta principal de esta investigación es averiguar como el trato entre los artefactos y su conducta en conjunto se puede conseguir haciendo que los servicios militares de Inglaterra cuenten con esta nueva tecnología en su futuro.
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