Coatzacoalcos, Ver. Adriana H. G. de cinco años perdió la vida luego de consumir accidentalmente un pan con veneno que fue arrojado al patio de su vivienda. Su hermano, Jacobo de siete años quien también comió, fue hospitalizado de gravedad y su vida corre peligro.
Los hechos ocurrieron en el municipio de Soteapan, cuando la madre de los niños salió de su vivienda durante 30 minutos para recibir un recurso, pues forma parte del comité de padres de la escuela.
A los pocos minutos narró que recibió una llamada en donde le informaron que sus hijos se estaban muriendo: “No sé por qué Dios mío envenenan animales y causan desgracias a los niños y les quitan la vida y por eso la gente debe de entender que no pueden dejar venenos para mascotas porque hay niños inocentes”, dijo.
Los menores fueron trasladados de emergencia al Hospital de Tonalapan donde Adriana murió. Su hermano Jacobo fue trasladado al Hospital Regional de Coatzacoalcos en donde se debate entre la vida y la muerte.
Consternada por la situación la madre de los menores, solicitó el apoyo de la población dado que no cuentan con los recursos suficientes para el pago de los medicamentos necesarios.
Tras la ingesta accidental y muerte de la niña, autoridades ministeriales investigan los hechos
AVC/Maythe Morales
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