Se trata de Sistema de alerta temprana ante fenómenos hidrometeorológicos, una colaboración entre el Conacyt, Redesclim y la Universidad Autónoma de Guerrero.

Christian Domínguez Sarmiento, Óscar Frausto Martínez y Carlos M. Welsh Rodríguez realizaron la presentación.

22/06/2021, Xalapa, Ver.-Como parte de las actividades de la Feria Internacional del Libro Universitario (FILU) Virtual, el pasado 18 de junio, presentaron el libro Sistema de alerta temprana ante fenómenos hidrometeorológicos, resultado de una colaboración entre el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Red de Desastres Asociados a Fenómenos Hidrometeorológicos y Climáticos (Redesclim) y la Universidad Autónoma de Guerrero. 

Dicha obra, gestada en otoño de 2019, fue coordinada por Óscar Fraustro Martínez, Julio César Morales Hernández y César Daniel Aguilar Becerra, profesores de la Universidad de Quintana Roo, Universidad de Guadalajara y Universidad Autónoma de Guerrero, respectivamente. 

En la presentación transmitida por Facebook Live en la cuenta de la FILU Virtual, Carlos Manuel Welsh Rodríguez, investigador del Centro de Ciencias de la Tierra de la Universidad Veracruzana (UV), dio a conocer que el libro surgió de una reunión realizada en el seno de esta casa de estudios, en la que cerca de 70 expertos de la comunidad científica– de alrededor de 21 instituciones– y autoridades gubernamentales discutieron sobre el futuro, avances y necesidades de los sistemas de alerta temprana (Siat) en México. 

Por tanto, reconoció el trabajo de Óscar Fraustro Martínez, Julio César Morales y César Daniel Aguilar por amalgamar esta obra. Así como el trabajo técnico desarrollado por un conjunto de académicos encabezados por: Luis Felipe Martínez, Ana Cecilia Travieso, María de Lourdes Romo, Saúl Miranda, Enrique González, Mercedes Andrade y él mismo. 

Al instar a la lectura de los seis capítulos del libro, el integrante de Redesclim manifestó que los desastres asociados a fenómenos hidrometeorológicos y climáticos son una realidad que en el marco normativo deben enfrentarse. 

Sin embargo, es mejor favorecer conductas de prevención y planificación antes que de reconstrucción, sobre todo ante los escenarios que señalan que la intensidad y frecuencia de estos fenómenos será mayor en el futuro. 

Más aún cuando es posible que existan momentos de hacer frente a dos amenazas de diversa índole, como la presencia de un huracán y un virus, razón por la cual el papel que los Siat juegan es de vital importancia para prevenir, reducir el riesgo y la vulnerabilidad de la sociedad y ecosistemas en México. 

Por su parte, Christian Domínguez Sarmiento, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expresó que el libro es de gran importancia para el país e hizo referencia a dos de sus capítulos. 

El primero es “Participación social en los sistemas de alerta temprana ante fenómenos hidrometeorológicos”, cuyo objetivo es analizar la incorporación de la participación social en los Siat ante fenómenos hidrometeorológicos en México, para proponer acciones viables de incorporarse en el actual esquema de estos sistemas. 

También, incluye el Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030, programa impulsado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), bajo cuatro propósitos: entender el riesgo de desastre, fortalecer la gobernanza y el manejo del riesgo de desastre, investigar la reducción del desastre para ser resilientes, y aumentar la preparación ante el desastre para tener una respuesta efectiva y una recuperación-reconstrucción adecuada. 

Con relación al Capítulo 2 “Sistemas de alerta temprana basado en la comunidad ante fenómenos hidrometeorológicos en localidades situadas en barras de litoral costera”, señaló que su objetivo es evaluar los elementos, acciones y buenas prácticas que se realizan en las comunidades situadas en las barras de litoral costera. 

Dicho capítulo está organizado en cuatro partes: la primera, aborda una revisión de literatura para comprender los aspectos teóricos en la gestión de desastres y resiliencia, componentes de un Siat y su implementación en México; la segunda, describe la parte metodológica; la tercera, los resultados y discusión; y la cuarta, las conclusiones. 

En este caso, la región de estudio fue la Riviera de Coyuca, en Guerrero, y dentro de las conclusiones se expone que esta zona –que además comprende: Pie de la Cuesta, San Nicolás de las Playas, Colonia Luces del Mar, Los Mogotes, La Barra, La Estación, y Playa Azul– no cuenta con una buena gestión del riesgo ante la presencia de un fenómeno meteorológico. 

Lo anterior, derivado de la ausencia de sinergia entre el sector gubernamental con los diferentes actores de las localidades. 

Oscar Frausto, también representante de Redesclim, habló sobre el Capítulo 3 “Vulnerabilidad frente a riesgos de desastres basada en los capitales comunitarios, un estudio de caso en Ixil, estado de Yucatán”. 

Uno de sus puntos centrales consiste en entender que el desastre ha pasado por una serie de evoluciones para su comprensión. Asimismo, menciona tres elementos claves: la pobreza, desigualdad y vulnerabilidad. 

El Capítulo 4 se denomina “Sistema de monitoreo multi-amenaza: herramienta operativa para alerta temprana”, el cual es relevante para un país tan grande como México, y territorios diversos como es el estado de Veracruz, destacó. 

Posteriormente, Carlos Welsh continuó con la explicación del Capítulo 5 “Siat multi-riesgo de la CDMX”, el cual analiza la necesidad de un sistema de alerta temprana para la Ciudad de México ante el probable o inminente impacto de algunos eventos perturbadores como lluvia intensa, granizo, aguanieve, viento fuerte, y temperaturas altas y bajas que generan daños y colapsan la ciudad. 

El Capítulo 6 expone lo relacionado con el Atlas de Riesgo como instrumentos de SIAT, donde se resume la situación en términos de protección civil, alerta temprana y normativa. 

Dentro de esta información se menciona que todos los estados cuentan con un Atlas de Riesgo con mayor o menor similitud, pero sólo el 15 por ciento de los ayuntamientos del país lo tienen de manera completa, eficaz y funcional. 

Es decir, sólo 375 cuentan con un Atlas de Riesgo funcional, mismo que se considera un instrumento informativo que debe contribuir hacia planes y mecanismos reales de actuación como los Siat, éste debe ser dinámico y cambiar constantemente.