Has aprisionado al azul cual ave en la jaula de tus pupilas, diáfano es el instante en el que del parpadeo salen brotando los pájaros en el cielo color azul de tus suspiros, donde acurrucada la luna te mira.
Azules las notas de tu canto alegre y también lloroso como el azul marino de tu lágrima, azul cielo el poro de tu piel pálida, azul Prusia la huella de tu paso firme, azul Persia tu mirada profunda.
La brisa de tu saliva es el hogar del azul celeste con la que la sed del peregrino en el desierto muere.
Y de índigo mis venas llenas, me haces ser mar en el tedio de la tierra.