Gracias a una investigación periodística, se confirmó que Morena no tiene un dirigente estatal formal en el estado. Gracias al registro oficial INE, sabemos que ningún integrante del grupo político del gobernador Cuitláhuac García –si es que realmente existe uno propio- aparece en la lista de candidatos a diputados federales por la vía plurinominal. En consecuencia, el morenismo de la aldea es un títere sin cabeza.
El castigo en el reparto de posiciones legislativas podría no ser tan grave frente a la publicación de la respuesta de la dirigencia nacional de Morena respecto de quien ostenta la presidencia partidista en Veracruz. Ante los órganos electorales sigue siendo Gonzalo Vicencio, hoy dirigente de otro instituto, Fuerza por México. Esteban Ramírez Zepeda es un dirigente espurio para su propio partido.
Mediante solicitud de acceso a la información con el número de folio 2230000015321, el experimentado periodista Marco Antonio Aguirre Rodríguez, pidió al CEN de Morena copia del nombramiento como delegado en Veracruz de Esteban Ramírez Zepeta. La respuesta fue contundente: no hay tal nombramiento.
El reportero relata que la respuesta a la solicitud de acceso a la información “se emitió con fecha 26 de marzo, y ahí anotan que buscaron por todos lados, en la presidencia del partido y en las 20 secretarías que tiene el Comité Ejecutivo Nacional, y no encontraron nada, absolutamente nada de la designación para Ramírez Zepeta.”
El texto es incontrovertible. “En lo referente al estado de Veracruz, me permito señalar que no cuenta actualmente con un Presidente, ya que éste presentó su renuncia en 2018, a partir de esta fecha es el Secretario General quien ostenta las funciones de presidente de conformidad con el artículo ya referido” (sic).
Y añade “es oportuno mencionarle que los integrantes del Comité Ejecutivo Estatal de Morena en el estado de Veracruz se encuentran registrados ante el Instituto nacional Electoral”. Y por supuesto no es Ramírez Zepeda.
Una y otra vez, Morena intentó realizar un proceso interno para elegir a su dirigencia en el estado; una y otra vez reventaron las elecciones internas, se impugnaron ante los órganos y tribunales electorales, y se anularon sus resultados. Los paladines de la virtud y la democracia no fueron capaces de elegir siquiera a su propio presidente del partido.
Entonces, los esquiroles el gobernador tomaron por asalto el partido e impusieron como dirigente de facto a Esteban Ramírez Zepeta, quien no acredita siquiera su nombramiento como delegado del Comité Ejecutivo Nacional, lo que le podría delegar funciones de presidente ante la falta de uno formal. Sin embargo, ninguna de estas figuras, ni las atribuciones supletorias, están previstas en sus estatutos.
Por esta razón, los partidos políticos en el Consejo General del OPLE –no así en la Junta Local del INE, donde ejerce autoridad la dirigencia nacional-, ya preparan una andanada jurídica en contra de Morena y su presidencia espuria, debido a que ha realizado actos de autoridad para los que no está investido y que le podrían resultar en la nulidad ante los tribunales electorales.
Tras su fallida operación para impulsar a Porfirio Muñoz Ledo a la dirigencia nacional, el morenismo veracruzano y su gobernador fueron arrojados del paraíso partidario. Mario Delgado decidió dejar en la orfandad al partido en Veracruz y excluirlo de decisiones y candidaturas.
La lista de aspirantes a diputados federales por la vía plurinominal de la tercera circunscripción electoral (que incluye los estados de Veracruz, Campeche, Chiapas, Oaxaca, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán), no incluye a ningún morenista veracruzano. Y la lista de diputados locales –también plurinominales- contiene personajes de poca monta, aun cuando se han reservado lugares seguros para algunos cercanos al mandatario estatal.
Para Mario Delgado, Morena en Veracruz no existe. Su debacle servirá para hacer una limpia profunda y endosar la factura política al gobernador del estado. Tal vez el consuelo de los morenistas sea que el PRI en Veracruz tampoco logró impulsar perfiles locales en su lista nacional. Lorena Piñón es posición del dirigente nacional, Alejandro Cárdenas; el resto nació para perder.
Sólo en el PAN, los dos primeros lugares están ocupados por veracruzanos: en la primera posición se inscribió a María del Carmen Escudero Fabre, ex diputada por Orizaba; mientras que en la segunda posición se encuentra Carlos Alberto Valenzuela González, vinculado al grupo de los Yunes y quien repetirá como legislador federal por la vía plurinominal.
Se confirma una vez más: Morena le asestará a Morena un golpe mortal en esta elección.
Las del estribo…
1. Dice el Presidente que la desaparición de personas fue una herencia muy dolorosa. En su gobierno ya desaparecieron más de 38 mil. Lo mejor que se le ocurrió fue quitarle la mitad del presupuesto a las comisión de búsqueda en Veracruz, ahí donde el gobernador declaró una emergencia humanitaria.
2. A Toño Nemi le robaron 17 meses de su vida en prisión. Nadie se los devolverá, pero al menos, los magistrados del Tribunal Superior de Justicia han limpiado su nombre.