A poco más de dos meses de la celebración de los comicios del 6 de junio se vive un momento de gran tensión por las resoluciones que ha tomado el Instituto Nacional Electoral (INE), pues más que un ente público encargado de organizar las elecciones se ha convertido en un censor de dos aspectos muy sensibles para la sociedad: la libertad de expresión y la libertad misma, por lo que este debe desaparecer, consideran organismos, políticos y el presidente de Grupo Salinas, Ricardo Benjamín Salinas Pliego.
En este sentido el INE atraviesa la mayor crisis de credibilidad y confianza que se recuerde, desde la aprobación de la reforma electoral del 2007.
El pasado 25 de marzo, echó abajo más de 160 candidaturas, por no reportar gastos de precampaña, entre ellas, 21 candidatos a diputados federales, y la del precandidato de Morena a la gubernatura de Michoacán, Raúl Morón.
De ahí que Morena pide que se deje a la gente decidir, por ello las reacciones no se hicieron esperar y se pronunciaron los candidatos afectados y líderes de los partidos políticos.
Mario Delgado, presidente Nacional de Morena enfatizó “queremos una democracia donde el pueblo mande, que no haya intromisión del gobierno, ni de las autoridades electorales”.
El propio presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) lo calificó como un atentado a la democracia, juego sucio y antidemocrático.
No voy a aceptar de que de arriba por intereses cupulares, por intereses de mafias, por los intereses de la malentada, de los malandros de cuello blanco, se pisoteé la democracia
De ahí que todos coinciden que la democracia y la libertad de expresión no pueden ser rehenes de una instancia o una ley.
INE debe morir y desaparecer: Salinas Pliego
A través de su blog y una columna en el periódico El Universal, el presidente de Grupo Salinas, Ricardo Benjamín Salinas Pliego, manifestó su postura con la premisa: el INE debe morir y desaparecer.
Ricardo Benjamín Salinas Pliego señala que en su lugar, debe surgir un nuevo instituto funcional y legítimo, que garantice una verdadera democracia en México.
Destaca que este nuevo instituto debe tener un perfil estrictamente ciudadano, esté sujeto a contrapesos de la sociedad y sea completamente independiente a los intereses de partidos políticos.
Debe ser creíble y tecnológicamente adecuado al siglo XXI regido por leyes sencillas, claras y transparentes, que se enfoquen estrictamente a asuntos electorales.
Salinas Pliego explica que el nuevo instituto debe ajustarse a un presupuesto adecuado a las graves carencias que tiene la sociedad mexicana y reitera, que sólo de esta manera, podremos construir un país democrático y próspero.
ADN40