Que bueno que por fin se comience a abrir el ostión del gobierno de Cuitláhuac García para dar paso a lo que nosotros consideramos la normalidad: una buena relación, cercana y de respeto mutuo entre los principales actores del gobierno y los comunicadores encargados de cubrir las fuentes (dependencias del poder Ejecutivo). Con esto se pierde el abismo que existía entre ambos en beneficio de la sociedad a la que se tendrá mejor informada, con datos oficiales, porque cuando no hay este tipo de relación quien gana es la especulación, el manejo tendencioso, las pifias de los funcionarios que no saben aclarar, malamente saben expresarse y todo sale mal.
El encuentro de los reporteros de la fuente con el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, es el puente normal que debe existir entre un gobierno encabezado por un estadista, un hombre de estado, y los representantes de los medios de comunicación, lo que no implica una relación con fines inconfesables, con objetivos de actos corruptos, al contrario es lo más sano que el gobierno y los medios le pueden brindar a una sociedad democrática ávida de creer tanto en unos como en otros. Por eso los periodistas no deben perder jamás su sentido crítico, siempre tienen que andar detrás de la nota y en estos acercamientos aprovechar la ocasión para aclarar todas las dudas que tengan respecto de la actuación del servidor público.
Lo que más debe cuidar un periodista es su credibilidad y su dignidad. Y cuidado porque quienes no saben cómo se sirve al estado, a los ciudadanos y a un proyecto político desde un cargo de dirección y los hacen titulares, responsables de la difusión de la información que va a moldear la imagen de un gobierno, tienen la equivocada idea (improvisados) de que a cambio de un desayuno o una comida el periodista queda comprometido con ellos para, en adelante, servirles con lealtad como si fueran parte del equipo y no un comunicador cuyo compromiso está, antes que nada, con la sociedad. Por el bien de los veracruzanos, por el de los reporteros que se parten el alma para obtener datos y ofrecerlos en una bien estructurada nota informativa y por el del mismo gobierno, que bien que intente dejar atrás los errores y se de paso a la normalidad.