Un promedio de 5 millones de jóvenes entre 3 y 29 años no se inscribieron al ciclo escolar en curso, por razones vinculadas al Covid.19. Así lo reveló la Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED), dada a conocer por el INEGI.
Los resultados de una encuesta aplicada a nivel nacional, refieren que en el ciclo escolar 2019-2020 estuvieron inscritos 33.9 millones de jóvenes, de los cuales 740 mil no concluyeron el ciclo, la mayoría por causas asociadas al covid-19 (58.9%) y el 8.9 por ciento por falta de dinero o recursos.
La encuesta, que pretende medir el impacto que ha dejado la pandemia en el sector educativo, considera además las condiciones de salud y economía de los hogares que afectaron a un alto número de estudiantes, quienes finalmente optaron por desertar o no inscribirse.
Sobre la falta de recursos, hay que destacar que varias familias reconocieron haber tenido que hacer gastos adicionales para que los alumnos pudieran tomar clases en casa, entre ellos la compra de teléfonos inteligentes (28.6%), contratar internet fijo (26.4%) y adquirir mobiliario para adecuar un espacio de estudio (20.9). Sin embargo, muchos hogares no cuentan con los ingresos para hacer frente a estos gastos.
Otras motivaciones para la deserción escolar fueron la pérdida de contacto con los docente; quien se encargaba del sustento perdió su trabajo o la carencia de dispositivos con internet que le permitieran a los estudiantes tomar las clases en línea. La mayoría de estas deserciones fueron de escuelas públicas con 1.5 millones de ellas.
El panorama se mantiene en este ciclo escolar 2020-2021, donde la deserción se conjuga con la preferencia a no inscribirse, como lo confirman los 5.2 millones de jóvenes que tomaron esta determinación por varios motivos, especialmente por considerar que las clases en línea son poco funcionales (26.6.%), falta de recursos económicos (25.3%) o no contar con dispositivos con internet (21.9%).
Por si fuera poco, más de la mitad (58.3%) de los hogares encuestados opina que se aprende menos en la modalidad de educación a distancia a comparación del modelo presencial. El 27.1 por ciento considera que hace falta seguimiento al aprendizaje de los alumnos y un 23. 9 por ciento comenta como desventaja de la educación en casa, la falta de capacidad técnica y pedagógica de los tutores y padres para transmitir los conocimientos.
Finalmente, los datos del INEGI también arrojan que más de la mitad de estudiantes de los diferentes grupos de edad, tienen mucha disponibilidad para asistir a clases presenciales, una vez que el gobierno lo permita. Sin embargo, aún no hay fechas para el regreso a las aulas y muchos jóvenes en México no podrán hacerlo por el impacto económico que la pandemia dejó en sus hogares.
AVC
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