La transparencia, el aseo y el correcto uso de los recursos no son las principales características de la Universidad Veracruzana durante la gestión de la actual rectora, Sara Ladrón de Guevara.

A finales de 2019, en el marco de la segunda sesión ordinaria del Comité de Control y Desempeño Institucional, la rectoría informó con bombo y platillo que de 2016 a 2018, el cumplimiento en materia de control interno sobre los requerimientos establecidos por la Auditoría Superior de la Federación pasó de 46 a 76 por ciento. Podría considerarse como un avance significativo; sin embargo, revela que dicho indicador no se cumplió en un 24 por ciento.

Hace un par de semanas, al dar a conocer los resultados de las revisiones al ejercicio 2019, el órgano auditor federal indicó que en la UV había observaciones por 300 millones de pesos.

Se consignaron pagos excesivos a trabajadores y se concluyó que la Universidad no realizó durante ese ejercicio fiscal una gestión eficiente y transparente de los recursos de los Subsidios para Organismos Descentralizados Estatales, ni cumplió sus objetivos y metas.

La ASF encontró también que la UV incurrió en inobservancias a la norma, principalmente en materia de transferencia de recursos, servicios personales y transparencia, que generaron “un probable daño a la Hacienda Pública Federal”.

Ese tema tiene contra las cuerdas a la actual rectora, que deberá responder a tres promociones de Responsabilidad Administrativa Sancionatoria, y a dos pliegos de observaciones del órgano auditor.

Sobre ese tema, el prestigioso académico e investigador Rafael Vela Martínez alerta sobre el incremento desproporcionado en el personal administrativo durante la gestión de Ladrón de Guevara.

El doctor Vela, como se le conoce en el ambiente universitario, tiene una buena imagen en el ámbito académico y docente; reconoce que en la Universidad hay un incremento en la contratación de personal de apoyo, administrativo y de confianza que podría afectar las finanzas de la Máxima Casa de Estudios.

Ojo: la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior, Anuies, sugiere que las universidades tengan 0.5 trabajadores manuales por cada docente o por cada investigador; sin embargo, actualmente la UV tiene 1.2 trabajadores de confianza por cada académico, lo cual provoca un indeseable desbalance.

A ello se debe, en parte, la excesiva carga que representa una nómina obesa, que ha crecido de forma exponencial hasta provocar las observaciones de la ASF.

A ese punto se atribuyen los inminentes problemas financieros que enfrentará la Universidad y que podrían ser cada vez mayores; tanto, que provocarían la quiebra técnica financiera de la Máxima Casa de Estudios de Veracruz.

Vela Martínez lo resume así: no hay capacidad para captar recursos propios debido a la pandemia de Coronavirus; hay una quiebra generalizada de pequeñas y medianas empresas y eso ha disminuido la capacidad de recaudación del gobierno federal, que el próximo año entregará muy poco dinero a Veracruz; y la UV depende de esos recursos en un alto porcentaje.

La ecuación resulta comprensible: se cae la recaudación a nivel federal; bajan las participaciones federales para Veracruz; y como consecuencia disminuirá el ingreso de la Universidad; cuyo panorama se complica aún más por tener exceso de personal.

El riesgo es altísimo para la UV, que podría verse obligada a adelgazar la nómina, lo que impactaría en una posible reducción de la matrícula para los próximos años.

Por eso es necesario, advierte Rafael Vela, que se actúe con visión de futuro; el académico lanza un exhorto a la rectora para que deje las finanzas limpias al próximo rector o rectora… No puede dejar en crisis a la Universidad, apunta.

Doña Sara está a punto de terminar su periodo como rectora; antes de irse colocó a cuatro de los nueve integrantes de la Junta de Gobierno, que tendrán la responsabilidad de nombrar al sucesor; si éste fuera afín a la actual rectoría, entonces llegará a limpiar el cochinero y a garantizar que no se toquen los pequeños cotos de poder que existen al interior; y lo lamentable para la Universidad es que todo parece indicar que así será.

@luisromero85