El lunes pasado, representantes de más de 33 organizaciones de la sociedad civil que crearon la red “Ciudadanos por México” manifestaron públicamente su extrañamiento a la coalición “Va por México” –integrada por PAN, PRI y PRD– porque en sus listas de candidatos a diputados federales excluyeron a destacados líderes ciudadanos que se han distinguido por su honorabilidad, representatividad y alto compromiso social con el país.
La mayoría de las críticas, no sólo de los ciudadanos sino también de sus propios militantes, han sido hacia el PAN y el PRI cuyas dirigencias nacionales se agandallaron las primeras posiciones en sus listas de candidaturas plurinominales para sí mismos, amigos, juniors y familiares.
El caso más patético es el del Revolucionario Institucional, cuyos líderes parecen no haber entendido aún el demoledor mensaje de la ciudadanía en la elección de 2018. Y es que la dirigencia de Alejandro “Alito” Moreno desdeñó en el reparto de estas nominaciones de Representación Proporcional a sus gobernadores, estructura territorial, organizaciones obreras y hasta a las Fuerzas Armadas, sectores que tradicionalmente proponían a un representante ante la Cámara baja del Congreso de la Unión. Tampoco cedió espacios a sus cuadros más experimentados en materia legislativa y debate parlamentario. Moreno Cárdenas se autoasignó la posición número uno y solapó que su secretaria general Carolina Viggiano se anotara también junto con su esposo Rubén Moreira y su hijo Juan Pablo Beltrán Viggiano, quien va de suplente de Marco Mendoza, secretario particular de la número dos del CEN del PRI.
Además, militantes que han exigido la renuncia del dirigente nacional priista reprobaron la inclusión de los hijos del ex gobernador de Tlaxcala, Mariano González Zarur; de Carlos Miguel Aysa, sustituto de “Alito” Moreno en el gobierno de Campeche; del senador yucateco Jorge Carlos Ramírez Marín; del ex líder del Senado y ex titular de la SCT, Emilio Gamboa Patrón –implicado en la red de pederastas, según el libro “Los Demonios del Edén”, de la periodista Lydia Cacho–, y del ex mandatario oaxaqueño José Murat, quien aparte de su vástago Eduardo Murat Hinojosa colocó también a su cuñada María Guadalupe Alcántara.
Vamos, se está cuestionando hasta a la veracruzana Lorena Piñón, quien fue inscrita en la cuarta posición de la lista plurinominal del PRI por la tercera circunscripción nacional a la que pertenece Veracruz.
Y es que algunos militantes de su entidad no reconocen a Piñón Rivera como legítima representante del priismo veracruzano, pues argumentan que en el proceso interno de agosto de 2019 –en el que se inscribió como candidata a la presidencia del CEN el PRI para servirle de comparsa a Moreno Cárdenas y arremeter en contra de la ex gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega, y del ex mandatario oaxaqueño Ulises Ruiz, enemigo de los Murat– apenas obtuvo mil 314 votos, mientras que “Alito” sumó 45 mil 073 y Ortega 5 mil 423.
En el cómputo nacional, de 1 millón 885 mil 269 votos priistas que se contabilizaron, Alejandro Moreno arrasó con 1 millón 603 mil 725, cifra que representó el 85.07 por ciento del total; Ortega obtuvo 177 mil 298 (9.40 %) y Piñón apenas 49 mil 251 (2.61 %), cifra menor inclusive a los votos anulados, que sumaron 49 mil 448 (2.62 %).
Además recuerdan que en la sucesión estatal de 2016 coqueteó con el PAN para ser candidata a diputada local, razón por la que el año antepasado militantes afines a Ortega y Ruiz promovieron su expulsión del partido, echando abajo momentáneamente su candidatura a la presidencia del CEN del PRI. Sin embargo, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), le restituyó su militancia priista al considerar que la irregularidad por la que se le expulsó del partido ya había prescrito según las normas internas.
Aunque la dirigencia del PRI aceptó la decisión de los magistrados, enfatizó que Piñón consintió ser candidata de PAN a una diputación de Veracruz en 2016, por lo que la falta sí existió pero sin posibilidad de sancionarla.
Y es que los magistrados de la Sala Superior del TEPJF revocaron la expulsión porque el artículo 151 del Código de Justicia Partidaria del PRI establece que en ningún caso se podrá solicitar la imposición de sanciones 365 días naturales luego de que ocurrió la falta o que se tuvo conocimiento de la misma. En este caso, las denuncias contra Piñón por haber buscado una candidatura de Acción Nacional se presentaron entre abril y mayo de 2019, por lo que los magistrados las calificaron como extemporáneas al referirse a un hecho ocurrido tres años antes.
Con dicha resolución Piñón recuperó su registro como candidata a la dirigencia nacional del tricolor, festinando que esta “exoneración“ era histórica “porque el meteorito de la justicia cayó sobre el cártel de los dinosaurios”. Obviamente, rechazó encabezar una fórmula de simulación para favorecer a Alejandro Moreno.
Sin embargo, el ex gobernador de Campeche ha sido muy generoso con Piñón, a la que recompensó primero con la Secretaría de Gestión Social del CEN del PRI y, ahora, con la diputación plurinominal.
Cinco años después, Lorena está a punto de cumplir su sueño no sólo de ser diputada, sino federal y plurinominal, lo que difícilmente en el PAN le hubieran cumplido. Ojalá que no se le caiga ahora que está por conseguirlo.