El equipo de especialistas de la Organización Mundial de la Salud que investiga los orígenes del covid-19 en Wuhan dijo que están obteniendo datos “que nadie ha visto antes” y que “realmente están llegando a algo”. Además, no han descartado la posibilidad de que el virus se haya escapado de un laboratorio.
“Estamos viendo nueva información y es buena, es algo muy valioso que está comenzando a ayudarnos a buscar las direcciones correctas para este virus”, dijo el doctor Peter Daszak, un miembro de la misión en curso de la OMS, a Sky News.
Tras dos semanas en cuarentena, el equipo de la OMS —formado por expertos en medicina veterinaria, virología, seguridad alimentaria y epidemiología de 10 naciones— pasaron los seis últimos días visitando hospitales, centros de investigación y un mercado tradicional ligado a muchos de los primeros contagios.
Los expertos comenzaron la investigación, estrictamente controlada por China, más de un año después de los primeros casos, lo que hace imposible que encuentren muchos rastros de las primeras transmisiones virales. La visita es además políticamente sensible para el régimen chino, que intenta desvincularse de cualquier responsabilidad en el origen de la pandemia que ya causó más de 2,2 millones de muertos en el planeta.
Según Daszak, los lugares inspeccionados hasta ahora brindaron información valiosa, especialmente el mercado húmedo de Huanan, donde se registraron los primeros casos de covid-19 en diciembre de 2019.
El investigador destacó que China, tras demorar el ingreso del equipo de la OMS, “está abierta y dispuesta a trabajar con nosotros y lo vemos todos los días”.
“Están compartiendo datos con nosotros que no hemos visto antes, que nadie ha visto antes. Están hablando con nosotros abiertamente sobre todos los caminos posibles. Realmente estamos llegando a algún lado y creo que todos los miembros del equipo dirían eso”, dijo.
“Estamos en el mercado mirando a nuestro alrededor y haciendo preguntas, nos reunimos con gerentes de mercado, con proveedores que trabajaron allí y gente de la comunidad y les hacemos preguntas”, explicó. “Estamos hablando con personas que recolectaron muestras del piso del mercado que luego dieron positivo. Ese es el tipo de información que estamos obteniendo con la persona que realmente importa”.
“Hay pequeñas pistas que encontramos aquí y allá en la gran cantidad de datos”, agregó el especialista, presidente de la ONG EcoHealth Alliance.
Este el miércoles, los científicos también visitaron el Instituto de Virología de Wuhan, un centro de investigación en la ciudad china de Wuhan que ha sido objeto de especulaciones sobre los orígenes del brote.
El Instituto de Virología de Wuhan, uno de los principales laboratorios de investigación del país, creó un archivo de información genética sobre los coronavirus de los murciélagos luego de un brote de síndrome respiratorio agudo grave (SARS, por sus siglas en inglés) en 2003. Esto provocó acusaciones de que podría estar relacionado con el brote original de COVID-19 detectado en Wuhan a finales de 2019.
Al respecto, Daszak le dijo a Sky News que no se había descartado la posibilidad.
“Si hay datos que apuntan hacia alguna hipótesis, seguiremos los datos, seguiremos la evidencia adonde nos lleve. Si nos lleva a un mercado de productos del mar y una cadena de frío, lo seguiremos allí”, dijo. “Si nos lleva a una granja de vida silvestre o un mercado de vida silvestre, iremos allí. Si nos lleva a un laboratorio, iremos allí. Todo está sobre la mesa y mantenemos la mente abierta”.
Por su parte, Hung Nguyen-Viet, otro de los expertos de la OMS, dijo en una entrevista que en el instituto tuvo “un encuentro interesante” con la viróloga Shi Zhengli, apodada por la prensa “Batwoman” por sus investigaciones sobre los coronavirus procedentes de murciélagos.
La confirmación sobre los orígenes del virus podría tardar años. Determinar el reservorio animal de un brote suele ser una tarea exhaustiva que requiere años de investigación e incluye la toma de muestras animales, análisis genéticos y estudios epidemiológicos. Una hipótesis es que un cazador furtivo transmitiese el virus a comerciantes que lo llevaron a Wuhan.
“Es evidente que lo ideal es hacer el estudio en el momento o inmediatamente después”, admitió Nguyen-Viet.
No obstante, Daszak se mostró optimista acerca de la posibilidad de encontrar los orígenes del nuevo coronavirus.
“Llegaremos allí y al final de esta misión elaboraremos un informe que tendrá algunas indicaciones de cuáles son los escenarios más probables”, dijo.