El gobierno ruso elogió la propuesta del presidente estadounidense Joe Biden de extender por cinco años el tratado para el desarme nuclear New START firmado entre los dos países, que expira a principios de febrero.
“Solo podemos recibir con agrado la voluntad política de prolongar este documento”, dijo a los periodistas el portavoz de Vladimir Putin, Dmitri Peskov, matizando que la renovación del pacto dependerá de los “detalles de la propuesta”.
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, propuso a Rusia extender el tratado que limita los dos mayores arsenales de esa naturaleza a nivel global.
El tratado New START (Strategic Arms Reduction Treaty, o Tratado de Reducción de Armas Estratégicas) es el último instrumento de esa naturaleza vigente entre ambas potencias. Firmado en 2010 por los presidentes Barack Obama y Dmitry Medvedev, limita los arsenales de cada país a 1.550 ojivas nucleares desplegadas y 700 lanzadores estratégicos, entre misiles y bombarderos. Se trató de un elemento clave de la política de “reinicio” del momento, un intento de la administración estadounidense de relanzar las relaciones con el Kremlin.
El tratado también implica una serie de inspecciones mutuas de las instalaciones militares, un pilar de la política de desarme denominada “Confía, pero verifica” (trust but verify, en inglés), defendida por el ex presidente estadounidense Ronald Reagan.
El ya ex presidente Donald Trump se había mostrado extremadamente crítico del acuerdo, asegurando que era desventajoso para los Estados Unidos. Su gobierno empezó a mantener conversaciones con Rusia sobre el futuro del tratado apenas el año pasado. Trump insistía en sumar a China al pacto, propuesta que Beijing rechazó de plano.
Rusia, por su parte, había propuesto en octubre extender el tratado por un año sin condiciones. En ese entonces, el presidente ruso Vladimir Putin dijo a su Consejo de Seguridad que la medida daría la “posibilidad de mantener negociaciones sustanciales sobre diversos puntos”.
De hecho, Putin había dicho que sería “muy lamentable” que el tratado llegara a su fin sin ser reemplazado, resaltando que este había permitido “limitar la carrera de armamentos”.
Estados Unidos también se retiró en noviembre de 2020, por orden de Trump, del tratado “Cielos Abiertos” (Open Skies), por el cual ambos países permitían los vuelos de reconocimientos sobre sus territorios para mejorar la confianza en cuestiones nucleares. Rusia actuó en forma recíproca y el 15 de enero de 2021 anunció que comenzaría los trámites para dejar también el pacto, aunque Moscú señaló el martes que esperaría a dialogar primero con el gobierno de Biden antes de tomar una decisión final, de acuerdo a reportes de la agencia TASS.
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