Para distraernos de la tragicomedia que vive el país a causa de la pandemia, la crisis económica y la inseguridad, el gobierno de la 4T ha preparado un vasto repertorio para el entretenimiento del respetable mientras llega el día del juicio electoral.
En una remasterizada versión del señor juez y la Tremenda Corte, el morenismo siempre encuentra escapatoria en la sátira involuntaria, convirtiéndose en un moderno José Candelario Tres Patines. Aquí algunos de sus capítulos más celebres del incipiente año.
1. “Yo sólo soy la directora”. Luego del incendio en el centro de operaciones del Metro de la ciudad de México -en el que perdió la vida una joven policía y se dejó sin servicio a millones de usuarios-, la directora general del Sistema de Transporte Florencia Serrana, pidió que a ella ni la volteen a ver porque “Yo soy la directora general del metro, solamente”. De acuerdo con la funcionaria, eso de dar mantenimiento al Metro es bronca de la gerencia de instalaciones y mantenimiento.
Muy rápido olvidó que unos días antes, en un encuentro con diputados también de Morena, presumió que era tan eficiente que decidió dobletear su cargo con el de subdirectora de Mantenimiento. Su capacidad permitía “garantizar la continuidad del servicio, organizar y coordinar las acciones de modernización o rehabilitación de material rodante y las instalaciones fijas del Metro”. ¡Y que se le incendia! Sólo faltó echarle la culpa a “mamita” Sheinbaum.
2. Las guacamayas de AMLO. Esta semana se dio a conocer que el Presidente autorizó la friolera de 89 millones de pesos para remodelar el estadio de beisbol de Palenque, donde juega el equipo propiedad de su hermano Pío, y a donde López Obrador ha dicho que vivirá después de dejar la Presidencia.
Ante las feroces acusaciones de Nananina y Rudesindo, nuestro icónico personaje respondió que es “bastante exagerado, un despropósito y mala fe” vincular estas obras con su hermano y dijo que se adversarios siguen enojados, así que negó que haya influyentismo sólo porque Pío sea el dueño del equipo.
Y la verdad tiene razón. Hacen demasiado escándalo por un estadio de beisbol cuando el año pasado, en medio de la pandemia, se destinaron 70 millones de pesos del gobierno morenista de Texcoco para poner en funcionamiento la primera escuela de beisbol en el país. Así mientras los hospitales se desbordan, este lugar puede dar albergue, alimentación y entrenamiento al menos a 60 personas. ¡Cómo se fijan en pequeñeces!
3. Las vacunas ¿Y para qué quieren saber? Para evitar que chismosos sigan cuestionando sobre el origen, costo y número de vacunas, el gobierno tuvo la genial idea de reservar por 5 años de la información de los contratos con los que se adquirieron las primeras vacunas contra la Covid-19. Eso de andar preguntando sólo es politiquería dijo el Presidente, así que por eso hay que echar al INAI al mar.
Hasta este momento, los ciudadanos no tenemos acceso a información oportuna y suficiente sobre el tema de la vacuna. Nadie sabe –y difícilmente lo sabremos- cuántas vacunas ha comprado el gobierno, a qué laboratorios, cuál ha sido el precio (o sobreprecio) y los periodos de entrega.
Tal vez por eso, el conspiracionismo ya asegura que Pfizer no firmó ningún contrato de compra-venta de vacunas con el gobierno de México. Según esta versión, las vacunas fueron regaladas porque corresponden a la fase tres de su desarrollo y el Presidente ofreció a la farmacéutica seguir con las pruebas en nuestro país. Esa es la razón por la que llegaron en una cantidad verdaderamente risible.
4. No hay funcionario en el mundo como López-Gatell. El 3 de abril, cuando el gobierno decidió empatar el primer periodo de aislamiento con las vacaciones de Semana Santa, López Gatell lo dijo clarito: “No tomen vacaciones porque entonces vamos a dañarnos todas y todos, incluido usted, que quería tomar vacaciones. No son vacaciones.”
Dijo entonces que la epidemia de Covid-19 estaba concentrada en las zonas metropolitanas, en especial la del Valle de México –como lo está en este momento- y que si la gente tomaba vacaciones, se va a ir a dispersar el virus al resto del país y eso no le conviene a nadie. Pero pudo más la hormona que la neurona.
En eso también tiene razón AMLO, no hay funcionario como él. México tiene la más alta tasa de letalidad en el mundo –se mueren 9 de cada 100 personas contagiadas- y suma el mayor número de decesos de personal médico.
5. No importa si es apócrifo. El 28 de diciembre, como una broma del día de los inocentes, la CFE de clase mundial dejó sin electricidad a 11 millones de mexicanos. Hasta ahora no se conocen las causas verdaderas, acaso la ocurrencia del gobierno federal de sacar su primera versión de Pagemaker y elaborar un oficio apócrifo para responsabilizar al gobierno de Tamaulipas.
Cachado en la mentira y obligado a reconocer el engaño, López Obrador se mostró orgulloso de Manuel Bartlett, el único hombre al que se le caído dos veces el sistema: el electoral en 1988 y el eléctrico en 2020.
Tendremos muchos más capítulos de la Tremenda Cuarta Transformación.
La del estribo…
1. Para documentar el pesimismo. El martes se registró un nuevo récord de fallecidos para un día: 1,314 (total 135,682); 14,395 contagios (total 1,556,028). En sólo doce días del 2021, ya se cuentan 142 mil 093 nuevos contagios y 11 mil 837 fallecimientos en todo el país. Durante este año han muerto 41 personas cada hora a causa del coronavirus, un deceso cada minuto y medio. ¡Y el Presidente sigue peleando por sus mañaneras!
2. La postergación de la sesión ordinaria del Congreso local que se celebraría esta mañana –será hasta la tarde del próximo martes- ha recortado los tiempos para la decisión de quien cubrirá las dos vacantes de magistrados y la Presidencia de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. El periodo ordinario termina el 30 de enero, un sábado en el que también estarían vigentes las restricciones de movilidad.