Bajo la directriz del político de Tantoyuca Joaquín Rosendo Guzmán Avilés, panista del ala doctrinaria de ese instituto político, el cual tuvo un tiempo de crecimiento acelerado al grado de que el primero de diciembre del 2004 le ganaron la gubernatura en las urnas a Fidel Herrera Beltrán, candidato del PRI veracruzano, llevando como candidato al ingeniero cordobés Gerardo Buganza y Salmerón, quien no supo cómo defender su triunfo, vuelve a tomar fuerza gracias a los graves errores que vienen cometiendo los morenos en el gobierno y al trabajo de convencimiento de Guzmán Avilés entre la militancia y los simpatizantes, que cada día se suman más al conocer el proyecto panista para recuperar al estado de las manos de un grupito de improvisados corruptos que AMLO dejó en la entidad, para que confrontaran a los veracruzanos, nos metieran en una espiral de violencia que jamás habíamos padecido, convirtieran a los pobres en miserables porque los programas sociales se los han robado y no les han llegado los apoyos que les prometieron, que además están dejando una estela de muertos víctimas de la pandemia que no han sabido manejar, y alentarán la corrupción aventando a una manada de oficiales de tránsito a asaltar a cuanto automovilista pueden y a crear la ingobernabilidad en la que estamos.

Todo esto se proponen erradicar los panistas liderados por Joaquín Rosendo Guzmán, dirigente estatal del PAN, con el apoyo del priismo veracruzano y el perredismo, en una alianza que tiene como única finalidad el rescate de Veracruz y que será histórica.