Cuando la pandemia de Covid-19 comenzó y se cerraron teatros, restaurantes, centros nocturnos y bares, a los actores y comediantes que laboraban en estos espacios no les quedó de otra que hacer uso de la tecnología para continuar trabajando, sin embargo no fue fácil al no estar familiarizados.

“Comenzamos a hacer un bar virtual, se llama Zum Cómico Bar, un show cómico a través de zoom, los sábados a las diez de la noche, en donde la gente paga 100 pesos por ver el espectáculo en una pantalla o una computadora y no nos ha ido mal”, expresa Javier Barria, actor, director, escritor, productor, standupero y comediante.

Entrevistado por el también actor Chucho Benítez, relata que esta primera experiencia no fue fácil pues en un bar o una fiesta, te presentas ante un público, sientes su presencia y actúas en consecuencia de lo que el público te da, “ahora imagínate en la comedia… si no escuchas la risa de la gente…”.

Por su parte la cantante, actriz, comediante y ama de casa Centli Martínez, comenta que las funciones virtuales se convirtieron para los comediantes dedicados al espectáculo, en la única opción para mantenerse activos, tener ingresos y no recurrir a cambiar de profesión, o dedicarse a la venta de comida, como hicieron otros artistas.

Bares, los primeros en cerrar y los últimos en abrir

Javier Barria ironiza que los actores sobreviven con “mucho empeño yendo al empeño a dejar la computadora…” (risas), para reconocer que por allá del mes de marzo la situación se tornó terrible cuando esta actividad se prohibió y se cerraron hoteles, restaurantes, bares, centros nocturnos y salones de fiesta.

“Al principio nos cancelaron cuatro presentaciones y nos asustamos bastante, porque por el giro de bares, fue lo primero que cerró y será lo último que abra, tuvimos que adaptarnos a estas nuevas condiciones”.

Nueve meses después se observa que comienzan a abrirse espacios culturales como Tierra luna en Xalapa, el cual ya presenta eventos musicales, sin embargo el problema es el ingreso económico pues solamente pueden operar a un 30 por ciento de su capacidad.

Funciones virtuales

Javier Barria reconoce que en un principio la situación les obligó a explorar otras áreas no exploradas que también pertenecen a las artes como las funciones virtuales, sin embargo expresa que su desacuerdo en considerar como teatro real al teatro virtual.

“En el teatro nadie te lo está contando, tú lo estás viendo ahí, es el famoso: Aquí y ahora, eso se lo quitas cuando es por internet y ¿Cómo vemos el teatro a través de internet? Pues como una de las herramientas más útiles en la pandemia, no solo para los artistas, para la educación, pero obviamente es una solución en lo que podemos regresar a como estábamos antes”.

Y sobre la polémica entre teatreros en donde unos dicen que eso no es teatro y otros dicen que si: “Mi punto de vista es que no es teatro si no es presencial o en vivo, porque le quitas al teatro lo que esencialmente lo convierte en teatro, y por ende de otras manifestaciones de actuación, como el cine o la televisión, que a fuerza necesitan una cámara, porque es el ojo que describe lo que sucede”.

Añade que para Centli Martínez y para él fue un proceso difícil de aceptación porque actuaban pero no había nadie ni escuchaban nada, y tuvieron que proyectar imágenes de gente en una pared: “Es como si no te sirviera el olfato y comieras, gran parte del sabor está en la nariz”.

En Zum Cómico Bar, los sábados a las diez de la noche, en la peor noche han tenido nueve personas conectadas y en la mejor hasta 40, en un promedio de 26 asistentes por función, con boleto pagado.

Aun así, cada sábado por la noche es una odisea porque para salir con una buena calidad de señal se necesita contar con un paquete de internet de mejor calidad pero quienes lo ven también requieren de un buen equipo de audio para apreciar el show, además de buena velocidad y un buen procesador.

Hay que adaptarse

Centli Martínez expresa que a su edad y como madre de familia, al principio fue difícil el entender cómo funcionan las redes sociales y las plataformas, lo cual es una limitante para muchas personas.

Pero lo que hay que entender es que cuando menos por el momento no será posible presentarse con su show en forma presencial, acostumbrarse a actuar frente a una cámara, sin interacción con el público y con el ambiente en general, pero hay que adaptarse a estas nuevas circunstancias.

“Los esperamos los sábados a las diez de la noche en Zum Cómico Bar, que ya inició su segunda temporada, y también los invitamos a visitar nuestra fan Page “Bamba Show”.

AVC

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